Con Bruno Vargas, profesor de historia y civilización de la España contemporánea en el INU Champollion de la Universidad de Toulouse. Especialista en historia política de la España del siglo XX

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Los recuerdos de la Segunda Guerra Mundial acudieron de repente a la mente de los habitantes del pequeño pueblo de Foix. Una placa que conmemoraba la liberación de la ciudad el 19 de agosto de 1944 y el papel de comandante de las Fuerzas Francesas Libres desapareció misteriosamente durante la noche. Esta nueva placa, sustituida por otra, sin oscurecer la presencia de este oficial, rinde homenaje al papel de los guerrilleros españoles exiliados en Francia tras la Guerra Civil Española.

¿Qué nos dicen estas disputas sobre la historia de la liberación en el suroeste y el peso de estos recuerdos? Bruno Vargas, profesor de historia y civilización de la España contemporánea en el INU Champollion de la Universidad de Toulouse, también especialista en historia política de la España del siglo XX, nos descifra esta historia.

Una disputa conmemorativa eminentemente política

En cuanto a la ciudad de Foix, fueron los republicanos españoles -o los guerrilleros españoles según Bruno Vargas- quienes liberaron la ciudad. Incluso se ordenó a las tropas de liberación francesas que no intentaran tomar la ciudad de Foix. La iniciativa viene entonces de la tercera brigada de guerrilleros españoles que toman la ciudad en unas horas. El comandante Aube, cuya placa es un homenaje, era uno de ellos, pero no estaba al mando de esta brigada.

La memoria de los guerrilleros de la resistencia en Ariège y en el suroeste de Francia casi ha desaparecido y se pasa en silencio. “Al final de la Segunda Guerra Mundial, el proyecto político del general De Gaulle era reconciliar a los franceses (…) y en torno a esta reconciliación gira el mito de la »Resistencia de Francia», la Francia que se liberó por sus propias fuerzas ( …) todos los que podían ayudar fueron apartados (…) esto se deriva de un acuerdo tácito entre de Gaulle y el Partido Comunista Francés que luego se presenta como el partido hegemónico de la resistencia” Bruno Vargas* nos explica: “Aquí vienen las expulsiones de la Francia continental de veteranos comunistas y no sólo de Córcega, de la Argelia francesa e incluso de Europa del Este (…) y estos diversos partidos políticos de la resistencia múltiple española fueron prohibidos en Francia, especialmente durante el franquismo”*.

“Este tema de la conmemoración volvió a cobrar protagonismo a mediados de los 90 con la renovación de asociaciones como la Asociación de Antiguos Guerrilleros Españoles y la creación de otras asociaciones conmemorativas, fundadas por los hijos de estos refugiados”. dice nuestro invitado Bruno Vargas.

Un monumento nacional en honor a esta resistencia fue incluso erigido en 1994 en Prayols, Ariège, e inaugurado por los dos entonces presidentes, François Mitterrand, y el entonces primer ministro socialista, Felipe Gonzales.