Nueva crisis en Cataluña: los separatistas están desgarrados y ya no pueden dirigir juntos la Generalitat

¿Se quedará el presidente de la Independencia, Pere Aragonès, al frente de la Generalitat? Su aliado Junts de Cataluña allanó el camino para la destitución. Se está gestando una nueva crisis.

El 1 de octubre de 2017, separatistas catalanes desafiaron a Madrid y organizaron un referéndum de autodeterminación. Cinco años después, casi hasta el día de hoy, más divididos que nunca, parecen incapaces incluso de gobernar juntos Cataluña.

Este miércoles por la tarde, las reuniones se multiplicaron en los palacios de la Generalitat y por la tarde podría tomarse una decisión radical: la separación entre los dos principales partidos independentistas.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de ERC, Esquerra Republicana e Independence, tiene previsto preguntar a sus aliados separatistas de Junts per Catalunya (centro-derecha) si siguen formando parte del Gobierno de coalición o si están en la oposición.

El martes por la noche, el diputado de Junts había lanzado la primera provocación al pedir a Pere Aragonès, en sesión en el parlamento catalán, que se sometiera a un voto de confianza. Piden al presidente de la Generalitat que respete los acuerdos administrativos que incluyen obtener del Gobierno español la organización de un referéndum de autodeterminación legal y la amnistía para los líderes catalanes implicados en su organización a partir del 1 de octubre. 2017.

Pere Aragonès parece poco dispuesto a someterse a un voto de confianza, él que piensa pedir al parlamento catalán que proponga un acuerdo de claridad al gobierno español.

Se reanuda la guerra separatista

Pero para Junts, el diálogo entre Cataluña y España es artificial y le molesta la falta de acuerdos de inversión. El partido que antes lideraba Carles Puigdemont, el hombre que declaró la independencia de Cataluña el 27 de octubre de 2017 antes de exiliarse en Bélgica, no tiene intención de debatir nada más.

Se relanza pues la guerra separatista. En caso de divorcio, ERC no tendrá mayoría en el parlamento catalán para dirigir en solitario la Generalitat.

Comenzaría entonces un nuevo periodo de incertidumbre en Cataluña, que ya ha votado 5 veces para elegir a sus diputados autonómicos en poco más de 10 años. Si no se llegaba a un acuerdo de gobierno entre separatistas o sindicalistas, los catalanes inevitablemente volverían a las urnas, probablemente antes de que finalice el año.

Cinco años después de haber esperado la independencia, el campo separatista parece lejos de su objetivo, torpedeado por las guerras internas que siempre han existido pero que parecen más irreconciliables que nunca.

Alarico Orozco

"Gurú de las redes sociales sin disculpas. Lector general. Especialista en cultura pop incurable".

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *