Zellige, entre arte y tradición en Marruecos

La palabra «zellige» proviene del árabe al zulaycha, que literalmente significa «pequeña piedra pulida». Esta es una técnica ornamental típica marroquí, inspirada en los mosaicos de los antiguos romanos. Apareció por primera vez en la España árabe (Al-Andalus) alrededor del siglo VIII y se introdujo en Marruecos en el siglo X.

Inicialmente limitado a tonos de blanco y marrón, este arte ha evolucionado con el tiempo gracias al arte y la cultura promovida a lo largo de los siglos por las dinastías reales marroquíes. Todos los colores tenían un significado simbólico en la cultura islámica, al igual que las formas geométricas utilizadas. El zellige tradicional no representa nada que represente seres vivos, respetando así el pensamiento y las enseñanzas islámicas.

Un arte preciso

Crear un mosaico zellige es un arte que requiere no solo creatividad, sino también un alto nivel de experiencia en matemáticas y geometría. Es un trabajo de paciencia y precisión, que muchas veces lleva mucho tiempo.

Primero debe tomar piezas de arcilla y remojarlas en agua durante 24 horas en recipientes especiales llamados ezouba. Luego se limpia la arcilla de sus impurezas hasta que esté suave y lista para ser moldeada. Luego se amasa, se coloca en moldes rectangulares y se seca al sol. Una vez secos, los rectángulos se cortan en cuadrados de 10 cm llamados laajoura y se hornean en un horno a una temperatura de hasta 1500 grados. En este punto, los laajoura se colorean, luego se hornean nuevamente y se convierten en lemzehri.

En este punto, el procesamiento del zellige pasa a los artesanos, llamados zlayji. Para obtener un mosaico terminado, los maestros dividen el trabajo en tres etapas.

Cómo hacer un zellige

Primero, el cortador toma los cuadrados de colores y hace muchas teselas pequeñas de diferentes formas. Hay alrededor de 300 formas posibles de baldosas, cada una con su propio nombre y lugar en un esquema decorativo particular.

Después de eso, procedemos a la composición de la decoración elegida. La técnica tradicional es que los azulejos no se colocan directamente sobre la pared o el suelo. En cambio, se colocan en un tablero especial, con el lado de color hacia abajo, formando el patrón elegido y previamente dibujado. Todas las piezas deben ensamblarse con la mayor precisión de acuerdo con el dibujo.

Fermín Cabanilla

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