Las recientes elecciones municipales y autonómicas en España han provocado un terremoto político. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sufrió una aplastante derrota, perdiendo seis de las ocho comunidades autónomas que gobernaba. La derecha, representada por el Partido Popular (PP) y Vox (extrema derecha), ha ganado terreno y consolidado su poder electoral.
iel gobierno de izquierda, incluido Podemos, sufrió importantes derrotas. Podemos incluso desapareció en Madrid, Canarias y Valencia y se convirtió en un remanente en estas regiones. Esta situación llevó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a convocar elecciones anticipadas para el 23 de julio.
Una izquierda de la modernización capitalista
El tema central es que el poder progresista no ha hecho nada por fortalecer a la clase obrera durante sus años de gobierno. Las políticas de paz social han llevado a bajar los salarios sin afectar las ganancias. El proyecto de la izquierda progresista es el de la modernización capitalista y mantener a España en el club de la periferia imperial en declive. Incluso si Pedro Sánchez mantuviera la aritmética de sentarse en el gobierno, la recuperación liderada por la derecha ya estaría en marcha.
La izquierda del gobierno, abatida y medio dormida tras estas elecciones, intentará mantenerse firme en medio de las disputas de posiciones sin evaluar críticamente las consecuencias de su integración en el régimen. Atado de pies y manos al bloque progresista, su desgaste social ya es inevitable. A mediano plazo conducirá a nuevas crisis y procesos de implosión.
El futuro político presenta dos escenarios posibles. En el primer escenario, el gobierno progresista podría ser reelegido, pero esto no significaría un verdadero cambio de rumbo político. En el segundo escenario, la derecha ganaría las elecciones y Vox podría entrar en el Gobierno. Esto supondría una escalada de ataques antisociales contra los derechos de las personas migrantes, mujeres y LGTBIQ+ y las libertades civiles.
Construyendo un proyecto político independiente
Ante estos escenarios, los movimientos sociales, sindicales y la izquierda ecosocialista y anticapitalista deben prepararse para los desafíos que se avecinan. Es fundamental construir un proyecto político independiente del bloque progresista y trabajar por una perspectiva política diferente. Los debates de votos y los llamados a la abstención no son suficientes. Es hora de prepararse para derrocar el régimen político existente y defender nuestros intereses contra los ataques que se avecinan.
Construir un futuro diferente requiere sembrar las semillas de un proyecto político ecosocialista y anticapitalista centrado en el conflicto de clases y la convergencia con los movimientos emancipatorios. A pesar de la situación minoritaria actual, es fundamental continuar por este camino para abrir nuevas perspectivas.
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