Las tres personas atrapadas a 900 metros de profundidad fallecieron en este accidente tras el derrumbe de una galería en una mina de potasa en Súria, Cataluña, el jueves 9 de marzo.
El presidente de la Generalitat de Catalunya, el padre Aragonès, ha anunciado que los tres mineros atrapados a 900 metros de profundidad en una mina de potasa en Súria han muerto este jueves 9 de marzo.
«Lamentablemente podemos confirmar la muerte de tres personas», dijo a la prensa, precisando que se trataba de «tres jóvenes de unos 30 años».
El accidente ocurrió poco antes de las 9 de la mañana en el lugar, las 8 de la mañana en Francia, según la policía regional, que había desplegado unidades especializadas para participar en la operación, incluida una unidad canina.
Un empleado de la mina, Carlos Arnaldo, explicó a la prensa que al momento de los hechos, las tres víctimas estaban ocupadas en «una tarea que tienen que hacer todos los días».
La torpeza de la política
Ese mismo día, el padre Aragonès ya había anunciado «la muerte de los tres menores», antes de borrar su tuit minutos después.
Varios medios españoles, citando fuentes de los servicios de emergencia que intervinieron en el lugar, también confirmaron que estas tres personas estaban muertas.
Pero cuestionado por la AFP, un portavoz de la policía regional dijo que «no se confirmará oficialmente su muerte hasta que los médicos lleguen a su nivel, los declaren muertos y notifiquen a las familias».
Al hablar de «una terrible noticia», la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, expresó su «solidaridad con las familias y compañeros de los trabajadores afectados».
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