¿Puede la Agrupación Nacional (RN) convertir un hándicap político -el tema ambiental- en un activo electoral? La formación de extrema derecha piensa que sí. Ella ve la ecología y las medidas inevitables para adaptarse al calentamiento global como una división importante en los años venideros y un tema de división nacional que debe explotarse, como lo ha hecho con éxito con la inmigración.
Al afinar su doctrina ambiental, la RN, como miembro ejecutivo del grupo parlamentario involucrado en las discusiones, busca expresarla «despierta la fractura» entre los urbanitas y el mundo rural y periurbano, que constituye el grueso del electorado.
Hasta ahora, el «localismo», concepto inspirado en la extrema derecha identitaria que establecía la frontera como dogma, ha sido un elemento lingüístico casi único para la RN. El término ahora debería desvanecerse en el fondo después de un “ecología del sentido común”que el partido se opondrá a la supuesta ecología punitiva. “La ideología [des écologistes], es la lucha contra el hombre” argumentó Marine Le Pen el 1oh Mayo, afirma uno «una ecología mucho más eficiente y un mayor respeto por el equilibrio entre la actividad humana y la naturaleza».
La traducción concreta de esta fórmula es la siguiente: la RN pretende oponerse a todo lo que amenace con perturbar el modo de vida y el consumo de los franceses y decidió en París o Bruselas en nombre de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la adaptación al calentamiento global. En este modelo, el partido populista y agrario BBB (Movimiento Campesino-Ciudadano) encabeza las encuestas para las elecciones parlamentarias de Holanda en noviembre. El mismo movimiento en España, donde la extrema derecha de Vox busca la cartera agraria de los gobiernos regionales.
Desde abril, una decena de personas bajo la dirección de Andréa Kotarac, asesora de Marine Le Pen en la Asamblea Nacional y cofundadora del micropartido Les Localistes, trabajan en la producción, a comienzos del año escolar, de un folleto que resuma las propuestas al respecto. Este grupo de altos funcionarios o ingenieros, pero no un experto en clima, también incluye algunos funcionarios electos de la RN, en los ejecutivos locales o en el Parlamento Europeo, y jóvenes activistas. El objetivo es doble, explica el Sr. Kotarac, diciendo que está trabajando en movilidad, energía, biodiversidad, agricultura: “Buscamos la consistencia general porque el entorno se cruza con todo. Teníamos grandes ideas, ahora tenemos que traducirlas concretamente en propuestas legislativas, en cifras. El otro objetivo es proponer una nueva lectura del equilibrio de poder sobre la ecología. Debemos explicar por qué Sandrine Rousseau [députée écologiste de Paris] no es nuestro amigo. »
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