Polonia celebrará un referéndum sobre la nueva política europea de asilo y migración el 15 de octubre, anunció el domingo el primer ministro Mateusz Morawiecki. Varsovia había rechazado el compromiso alcanzado el 8 de junio para establecer un mecanismo de solidaridad obligatorio pero «flexible» entre los estados miembros.

El texto, que se ultimará tras las negociaciones con el Parlamento Europeo en el primer semestre de 2024, prevé en particular una clave de distribución para los solicitantes de asilo y un procedimiento acelerado en las fronteras exteriores de la UE para la tramitación de las solicitudes y el retorno de los inmigrantes que no estén con derecho a asilo.

El gobierno de Morawiecki, del partido de extrema derecha y euroescéptico «Ley y Justicia» (PiS), se opone enérgicamente a la obligación de acoger a los solicitantes de asilo en suelo polaco. El acuerdo europeo estipula que los países que se opongan tendrán que compensar económicamente esta negativa.

Durante el referéndum se preguntará a los ciudadanos si «apoyan la entrada al territorio de miles de inmigrantes ilegales de Oriente Medio y África bajo el mecanismo de admisión obligatoria impuesto por la burocracia europea», dijo el primer ministro.

Polonia, liderada por un PiS en el poder desde 2015 pero presionado por la inflación y varios escándalos, cree que cada Estado miembro debería definir individualmente sus medidas de ayuda para países que entren en territorio europeo y por tanto bajo fuerte presión migratoria, como Chipre, Grecia, Italia, Malta o España.

La fecha de este referéndum coincide con las próximas elecciones parlamentarias en Polonia.

Sin embargo, el voto popular en Polonia no afectará a la reforma prevista a nivel europeo.

De los Veintisiete, solo Hungría y Polonia votaron en contra del compromiso alcanzado la noche del 8 de junio. Malta, Bulgaria, Eslovaquia, Lituania y la República Checa se abstuvieron.