Picor de ojos, secreción nasal, estornudos interminables… Las alergias, que se encuentran entre las enfermedades crónicas más comunes, arruinan nuestras vidas y cuestan mucho dinero al Estado y al seguro médico. Sin embargo, gracias a nuevas terapias innovadoras, es posible que no sean inevitables.
Claudia Traidl-Hoffmann, de la Universidad de Augsburgo (en Baviera), está trabajando en un proyecto que podría informar a las personas con alergias casi en tiempo real sobre los lugares que deben evitar. Su vida diaria mejoraría, especialmente gracias a la inteligencia artificial. Los experimentos son prometedores: un innovador equipo de medición recopila datos y luego desarrolla una aplicación que proporciona a las personas alérgicas a las gramíneas predicciones de polen personalizadas.
Los investigadores del Tirol del Sur van aún más lejos: gracias a las manzanas se puede superar la alergia al polen de abedul. Thomas Letschka y Klaus Eisendle invitan a las personas alérgicas a comer diferentes tipos de manzanas: un método de desensibilización sencillo y económico, sin inyecciones.
Ahora se sabe que las sustancias químicas y los contaminantes también son alérgenos. Suecia quiere solucionar este problema: en la ciudad de Västerås, la coordinadora medioambiental Christina Larsson está implementando el proyecto «guarderías libres de sustancias tóxicas». Utiliza análisis para detectar materiales, muebles y juguetes tóxicos. Resulta que los materiales para manualidades (tubos de pegamento, pintura) suelen contener conservantes y disolventes que pueden provocar alergias, especialmente en niños pequeños. En este caso, la ingeniera sueca y su equipo recomiendan sustituir los objetos rápidamente.
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