La primera ley española específica sobre derechos de los animales pretende abordar el maltrato. La ley se centra principalmente en el maltrato a las mascotas y prevé multas de hasta 200.000 euros (unos 284.800 dólares canadienses).
También prohíbe la compra de mascotas en tiendas o en línea, pero da a las tiendas un plazo para encontrar hogares para sus animales. En el futuro, sólo será legal comprar mascotas de criadores registrados.
Las nuevas normas también permiten mascotas en la mayoría de los establecimientos, incluidos restaurantes y bares.
La ley prohíbe el uso de animales salvajes en los circos y da a los propietarios seis meses para cumplirla. Esto permite a los zoológicos seguir utilizando mamíferos marinos en sus espectáculos de delfines hasta que mueran.
Las corridas de toros se consideran parte del patrimonio cultural de España. Una propuesta para incluir perros de caza en la ley provocó indignación en algunas comunidades rurales y el gobierno finalmente la retiró.
Según las estadísticas gubernamentales, en España se tienen alrededor de 29 millones de animales como mascotas, la mayoría perros. Pero cada año unos 300.000 de ellos son abandonados y aproximadamente un tercio de ellos son sacrificados.
La ley también pretende introducir seguros y registros obligatorios para las mascotas, así como formación para los propietarios. Sin embargo, estos y algunos otros requisitos legales se han retrasado porque, en ausencia de un gobierno, no se han desarrollado procedimientos administrativos detallados.
Las elecciones generales españolas de julio no fueron concluyentes y los partidos políticos están en conversaciones para formar una coalición.
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