(Adnkronos) – “Una gala para unir al mundo en nombre de la paz a través de los testimonios de los bailarines rusos y ucranianos, a pesar del conflicto, de la barbarie que hoy presenciamos. Los ‘prohibidos’ de la política son incomprensibles, entrad en serio pierna unas horas después de que se corriera el telón». Así, Adnkronos Alessio Carbone, ex «Primer Ministro Danseur» de la Ópera de París, una de nuestras glorias nacionales en el extranjero, comenta lo dicho por el cónsul ucraniano Kovalenko en Nápoles («Ningún abrazo, ninguna palabra de paz es posible hasta que el termina la guerra») antes del inicio del espectáculo «Quédate con Ucrania» el lunes pasado en el San Carlo en Nápoles, en el que también varias docenas de ucranianos vestidos con colores amarillo y azul protestaron sentadas contra el San Carlo y el evento planeado.
“La recaudación de la velada, unos 40 mil euros, se destinará a través de la Cruz Roja de Nápoles a las poblaciones ucranianas afectadas por la guerra -recuerda Carbone-. No esperaba las protestas, la reacción del cónsul con el que hablé personalmente, respetando su punto de vista, pero sin compartirlo. Además, muchos de los bailarines rusos presentes en el San Carlo también se pusieron abiertamente en contra de su país, por ejemplo la presencia de Olga Smirnova que huyó de Moscú. Parece que la Ópera de Kiev quiere despedir a algunos de los bailarines que han actuado en Nápoles me parece un absurdo y una inmundicia Después de todo, solo somos bailarines – continúa Alessio Carbone – Antes del espectáculo y durante los ensayos estuvimos en contacto constante con el Ministerio de cultura de Ucrania, los bailarines constantemente recibía mensajes y llamadas telefónicas, alguien a quien había contactado de personas muy cercanas a Zelensky».
«No escondo que estaba muy preocupado -todavía lo confieso-, pero fui apoyado por el alcalde Manfredi y el inspector jefe Lissner. No quiero rendirme y quiero continuar por este camino. Ahora piensen en una gala de verano en Piazza San Marco en Venecia, la ciudad perteneciente a la historia de mi familia (el padre es Pippo Carbone bailarín, coreógrafo, dirigió el cuerpo de ballet de las grandes compañías del mundo, su madre Iride Sauri, también es ex bailarina, su hermana Beatriz está en La Scala, Alvise, su hermano, es bailaor de flamenco en España, etc.), en esa plaza que amo, donde me hubiera encantado bailar. Yo, que he estado en los escenarios internacionales más importantes, he nunca he podido bailar en la Piazza San Marco – así concluye – lo hice, pero quiero hacer bailar a los demás».
«Gurú de las redes sociales sin disculpas. Lector general. Especialista en cultura pop incurable».