La esperada reunión de alto nivel entre España y Marruecos arranca el próximo miércoles 1 de febrero en Rabat. Durante dos días, las autoridades de ambos países debatirán temas importantes como la lucha contra el terrorismo y la cooperación migratoria, la apertura de aduanas comerciales en Sebta y Melilla, la demarcación de fronteras marítimas en Canarias, etc.

Ningún representante de Canarias asistirá a esta reunión, en la que se tratará un tema «estratégico y muy sensible» para esta comunidad autónoma, lamentó este lunes Luis Campos, portavoz del grupo parlamentario de Nueva Canarias (NC). Está previsto que el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, visite Marruecos, probablemente tras la celebración de esta cumbre que, según Moncloa, consolidará la nueva relación entre España y Marruecos, iniciada en marzo tras el cambio de posición de España sobre el Sáhara. .

Además de la demarcación de las fronteras marítimas, las delegaciones de ambos países harán balance de su cooperación en la lucha contra el terrorismo, que ha permitido el desmantelamiento de varios grupos terroristas vinculados al Estado Islámico. La cooperación en materia migratoria también se evaluará a la luz del notable descenso (-25%) en la llegada de inmigrantes a las costas españolas, observado desde la normalización de las relaciones entre ambos países, y de la tragedia de Melilla que provocó las muertes de al menos 23 inmigrantes.

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Además, la cooperación comercial estará en el centro de los debates. España es el principal socio comercial de Marruecos desde hace más de una década y el comercio entre ambos países alcanzó casi los 10.000 millones de euros en 2022, un 33% más que el año anterior. También hay 355 empresas españolas ubicadas en Marruecos. Precisamente por esta fuerte asociación comercial, la cumbre se inaugurará este miércoles con un foro económico organizado por los empresarios de los dos países.

La instalación de una aduana en Sebta y la reapertura de la aduana en Melilla son dos cosas que se esperan con impaciencia. Marruecos siempre ha reivindicado los dos enclaves españoles. En la declaración conjunta de abril, los dos países acordaron «normalizar el movimiento de personas y bienes de manera ordenada, incluyendo disposiciones apropiadas de control humano y aduanero a nivel terrestre y marítimo».