El escándalo de Pegasus sigue suscitando polémica. El software espía desarrollado por NSO Group se encontró por primera vez en el teléfono de un líder del gobierno. Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno español, fue espiado a través de la aplicación.
Este es un nuevo hito para NSO Group. El famoso software espía Pegasus, publicado por la empresa israelí, fue encontrado en los teléfonos inteligentes del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y su ministra de Defensa, Margarita Robles, aprendemos de una publicación de AFP publicada por El mundo†
Esta es la primera vez que las huellas de la software espía se puede encontrar en el teléfono de un jefe de gobierno en ejercicio. Hasta entonces, se había atacado principalmente a disidentes políticos, periodistas y líderes empresariales. Desde las revelaciones de julio de 2021, NSO Groep también ha estado en problemas y está tratando de venderse para evitar nuevas controversias.
Las infecciones dirigidas al Gobierno español se produjeron entre mayo y junio de 2021. Se extrajeron más de 2,6 GB de datos del teléfono del presidente del Gobierno y 130 MB del del ministro de Defensa. Tras este hallazgo, se ordenó un chequeo de todos los teléfonos de los miembros de la dirección. Según el gobierno, hay «sin duda es una infeccion externa«, para entender una intervención patrocinada por una agencia de inteligencia extranjera. Este descubrimiento crítico para el gobierno español coincide con una delicada racha política. El propio gobierno está acusado de hacer negocios con NSO Group para apuntar a separatistas catalanes para espiar.
¿Y en Francia?
El gobierno tampoco se ha librado de Francia. septiembre 2021, Mediapart reveló que los teléfonos de al menos cinco ministros estaban infectados con el spyware† Entre ellos estaban Jean-Michel Blanquer (Ministro de Educación Nacional), Julien Denormandie (Ministro de Agricultura) o Emmanuel Wargon (Ministro de Vivienda).
Los números del presidente de la República y del ex primer ministro Edouard Philippe también habían aparecido en una lista de «pirateo potencialrealizado por el estado marroquí. Para evitar un bochorno similar al del gobierno español, el portavoz del Elíseo, Gabriel Attal, explicó que «Los teléfonos (del presidente) se cambian regularmente. Hay una serie de configuraciones de seguridad que protegen, que se cambian con mucha frecuencia». Antes del escándalo varios departamentos gubernamentales estaban en conversaciones con NSO Group para hacerse con el spyware. El propio Emmanuel Macron habría estado en contra de este contrato.
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