Bomberos y soldados marroquíes trabajaban el jueves por la noche para controlar varios incendios que se desarrollaron durante el día en zonas boscosas aisladas del norte del reino, dijeron a la AFP las autoridades locales.

Estos incendios, alimentados por fuertes vientos, no se han cobrado hasta el momento víctimas mortales, pero han provocado la evacuación de cerca de 500 familias «por precaución» en las provincias de Larache y Taza, según informa la prensa. tardecita.

Los incendios están destruyendo bosques de difícil acceso en las provincias de Larache, Ouezzane, Tetuán y Taza, en el norte de Marruecos, dijo Fouad Assali, director del Centro de Gestión de Riesgos Climáticos Forestales (CRCF).

Varios douares tuvieron que ser evacuados de sus habitantes. Cuatro bombarderos de agua Canadair del ejército y otros cuatro rociadores agrícolas han estado operando sobre las áreas envueltas en llamas en Ksar El Kebir hasta última hora de la tarde, señaló un fotógrafo de la AFP.

En medio de un calor sofocante, más de 40 grados, sorprendidos por la velocidad del fuego, los aldeanos abandonaron apresuradamente sus hogares, trayendo ganado y caballos con ellos si era posible.

Un pequeño pueblo en la región de Ksar El Kebir fue completamente destruido por las llamas.

“Continúan los esfuerzos con la esperanza de controlar estos incendios en las próximas horas”, dijo el Sr. Assali, citado por la agencia de noticias MAP.

“Anoche estaba con mi familia y en un momento escuchamos a la gente gritar: ‘¡Fuego! ¡Fuego!’ Salimos corriendo y por suerte, gracias a Dios, el fuego estaba apuntado a la cima de la montaña”, dijo Samir Boundad, un joven de Larache.

Cientos de efectivos de Protección Civil, Aguas y Bosques, Reales Fuerzas Armadas (FAR) y Gendarmería, asistidos por voluntarios locales, participan en la lucha contra el incendio. Se desplegaron cien camiones y tanques de bomberos, ambulancias y máquinas de movimiento de tierras.

En total, según las autoridades locales, al menos 1.000 hectáreas de bosque -robles, pinos y otras coníferas, árboles frutales- han sido destruidas en las provincias de Larache, Ouezzane y Taza desde el miércoles por la noche.

Marruecos sufre desde hace varios días una ola de calor, con temperaturas cercanas a los 45 grados, en un contexto de extraordinaria sequía y estrés hídrico.

«Es el calor lo que provoca este tipo de incendios. Fue en la madrugada de ayer cuando el fuego llegó a nuestro pueblo, pero confiamos en que los bomberos lo apagarán», dijo Ahmed Mezouar, de 58 años, vecino de Larache.

“Tememos por nuestros hogares. Un pueblo cercano estaba completamente rodeado por el fuego. Los vecinos han sido evacuados por los bomberos, por el momento estamos a salvo del fuego”, aseguró.

Al otro lado del Estrecho de Gibraltar, los incendios arrasan el sur de Europa, desde Portugal hasta Grecia, pasando por España y Francia.