Desde hace décadas, la Generalitat de Catalunya ayuda a financiar Bressola, la red de escuelas en catalán de los Pirineos Orientales (7 escuelas y 2 colegios). Este año, la asociación «Amics de la Bressola» ha recibido de la Generalitat 650.000 euros, la misma cantidad que en 2021. A principios de 2008, la Generalitat de Catalunya había apoyado la construcción del colegio de inmersión du Soler, por un importe de 2,9 millones euros Las becas de Barcelona son la principal ayuda que reciben estas escuelas, la primera de las cuales se constituyó en 1976. También contribuyen otras entidades, como el Govern de les Illes Balears.
Pero este apoyo del gobierno, conocido por todos, es denunciado regularmente por la oposición de derecha y los medios de comunicación de Madrid. Por ejemplo, a principios de semana, el diario El Mundo se movió en un artículo a toda página: «el gobierno catalán inyecta grandes sumas de dinero en una asociación pancatalanista». En el parlamento autonómico de Barcelona, Ciudadanos, la formación nacida contra el nacionalismo catalán y Vox de extrema derecha ha vuelto a retomar el tema. «Es increíble que nuestros impuestos financien la educación de los niños en otro país», dijo. Indignado Nacho Martín Blanco, diputado de Ciudadanos. “Esto equivale a una injerencia en los asuntos públicos de un Estado extranjero. Corresponde a la visión imperialista de los nacionalistas catalanes que quieren trasladar su proyecto de ruptura a otros ámbitos”† Puede que estas ayudas solo representen el 0,009% del presupuesto total de educación pública de Cataluña, pero también incluyen escandalosamente al diputado de Vox Joan Garriga. «Es aún más impactante que tengamos miles de estudiantes aquí estudiando en edificios prefabricados. Las familias no pueden pagar la cafetería ni los libros de texto».
Es solo para ayudar a la lengua catalana. Nada mas
Cuestionado por Independiente, el gobierno de Pere Aragonés toma este apoyo. «El objetivo es promover el uso y la enseñanza del catalán en su área de influencia» explica la Generalitat. «El Gobierno catalán siempre ha considerado que la lengua traspasa fronteras. Resulta que el catalán también se habla en el norte de Cataluña».
En la izquierda, incluso entre los que no apoyan la independencia, esta ayuda no es un problema. “Debemos proteger y apoyar el catalán en todas las zonas donde se habla, incluida la Cataluña Norte” explica Jessica Albiach, diputada de En Comu Podem, cercana a la alcaldesa de Barcelona Ada Colau.
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Aleix Renyé, un acérrimo defensor del catalán a ambos lados de la frontera, cree que no hay voluntad política detrás de este apoyo económico. «Es sólo cuestión de ayudar a la lengua catalana. Eso es todo. La prueba es que en 2017, año del referéndum, bajaron las subvenciones a Bressola»† Según el activista, la Generalitat no quería ofender a Francia, dando a entender que quería exportar su deseo de independencia a la Cataluña Norte. «Y luego España financia clases de castellano en Sudamérica a través de los Institutos Cervantes, Francia hace lo mismo en los países del mundo francófono. ¿En las zonas donde se habla catalán?»
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