En 1902, Francia y España compartieron su dominio en Marruecos, particularmente en las regiones del norte, incluidas Fez y Taza. En 1904, los dos países firmaron un acuerdo secreto para ceder Fez y Taza y su futuro protectorado quedó reducido a Rif y Jbala. En 1906 se celebró la Conferencia de Algeciras en la que se concluyó el Acuerdo Europeo para respetar la soberanía del monarca y la integridad territorial de Marruecos.

En 1907, las fuerzas franco-españolas invadieron Casablanca tras el asesinato por parte de marroquíes de los trabajadores franceses que trabajaban en las fábricas del puerto de la ciudad. Estos hechos aceleraron las políticas expansionistas francesas. Abrumado por los movimientos de protesta generalizados en el reino, el monarca pidió ayuda a Francia para restaurar y mantener la ley y el orden. Por ejemplo, nuevas tropas francesas desembarcaron en Fez el 21 de mayo de 1911, recuerda El Debate.

Leer: «La presencia de España en las ciudades marroquíes de Sebta y Melilla no es legal»

Los españoles, disgustados por esta expansión francesa en Marruecos, ocuparon Larache en junio de 1911. Ya tenían un punto de apoyo en la zona fronteriza con Melilla y también establecieron un puesto estratégico en Sebta, a 14 kilómetros de Tetuán. Estas operaciones de España y Francia despertaron el recelo de Alemania, que también amenazó con invadir Marruecos para defender los intereses de sus empresas asentadas en el reino.

Después de prolongadas conversaciones, Francia cedió más territorio al Congo para que Alemania se retirara de Marruecos, presionando así al monarca para que se rindiera. Al igual que en Túnez, Francia exigió la creación de dos protectorados, uno para ella y otro para España. El protectorado fue finalmente reconocido el 30 de marzo de 1912 y Francia nombró al general Lyautey en Marruecos en abril. El monarca abdicó en julio y en noviembre del mismo año España y Francia firmaron un acuerdo para demarcar la zona que devolvía a España.