El ‘pistolero de Tarragona’ muere en una prisión española después de que un tribunal confirmara la solicitud de eutanasia

Un hombre armado que hirió a cuatro personas y resultó gravemente herido en un tiroteo con la policía fue sacrificado en prisión.

Eugen Sabau, de 46 años, disparó a tres de sus colegas en la empresa de seguridad para la que trabajaba en la ciudad nororiental de Tarragona y luego hirió a un policía cuando huía.

Después de atrincherarse dentro de una casa con un arsenal de armas, una unidad táctica de la policía irrumpió en el edificio y le disparó varias veces.

El ‘Pistolero de Tarragona’, como le llamaron los medios españoles, quedó paralítico, le amputaron la pierna y sus heridas le provocaron un dolor crónico que no era tratable con analgésicos debido a su frágil estado.

Los tribunales permitieron la muerte asistida de Sabau después de que rechazara varios recursos de sus víctimas que reclamaban que debía ser llevado ante la justicia.

El caso llegó incluso al Tribunal Constitucional español, que se negó a deliberar argumentando que no había vulneración de derechos fundamentales.

España legalizó la asistencia médica a la muerte hace poco más de un año.

Anteriormente, ayudar a alguien a quitarse la vida suponía hasta 10 años de prisión.

Según el diario El País, desde que la ley entró en vigor el pasado 25 de junio, al menos 172 personas han hecho uso del derecho a la asistencia en caso de fallecimiento.

Alarico Orozco

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