KABUL: El deseo de Islamabad de expulsar a cientos de miles de inmigrantes afganos es «inaceptable», afirmó el miércoles el gobierno talibán afgano, negando que sus nacionales tengan responsabilidad alguna en el deterioro de la seguridad en Pakistán.
Pakistán anunció el martes que los aproximadamente 1,7 millones de afganos que viven ilegalmente en su territorio tienen hasta el 1 de noviembre para abandonar el país por sus propios medios o serán deportados a Afganistán.
“El comportamiento de Pakistán hacia los refugiados afganos es inaceptable”, escribió el miércoles el portavoz del gobierno talibán Zabihullah Mujahid en X (ex-Twitter).
«Los refugiados afganos no tienen nada que ver con los problemas de seguridad de Pakistán», afirmó.
El ministro del Interior paquistaní, Sarfraz Bugti, justificó el anuncio del martes afirmando que civiles afganos fueron responsables de 14 de los 24 atentados suicidas perpetrados en Pakistán desde enero.
«Negamos estas acusaciones porque los afganos han emigrado a otros países en busca de seguridad», dijo el miércoles a la AFP Abdul Muttalib Haqqani, portavoz del Ministerio de Refugiados afgano.
“Es normal que alguien que emigra a otro país por motivos de seguridad no quiera encontrarse allí con inseguridad”, añadió.
Las relaciones entre los dos países vecinos han sido extremadamente tensas desde que los talibanes tomaron el poder en Kabul en agosto de 2021.
En los últimos meses, Pakistán ha experimentado un aumento de los ataques en su territorio, principalmente perpetrados por los talibanes paquistaníes del Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP). Islamabad acusa a las autoridades afganas de crear una base de apoyo para el TTP, lo que Kabul niega.
Pakistán también tiene alrededor de 1,3 millones de refugiados afganos registrados, según las últimas cifras de la ONU, y 880.000 tienen derecho a permanecer en el país.
Millones de afganos han acudido en masa a Pakistán durante décadas de guerra, incluidos unos 600.000 desde que los talibanes regresaron al poder.
Los talibanes intentaron convencer a los que se habían ido para que regresaran, a pesar de la crisis económica y humanitaria provocada principalmente por el agotamiento de la ayuda internacional y la imposición de sanciones.
Las organizaciones de derechos humanos también han denunciado asentamientos y desapariciones forzadas en Afganistán durante los últimos dos años.
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