Thibaut Simon, Media365, publicado el sábado 2 de marzo de 2024 a las 23:56
Perdiendo 2-0 en Valencia, el Real Madrid remontó y marcó gracias al doblete de Vinicius (2-2). El Merengue pudo haber ganado, pero se produjo una acción polémica en el tiempo de descuento.
Al Real Madrid le está yendo mal últimamente en La Liga. Carlo Ancelotti ya estaba controlado sobre el césped del Rayo Vallecano, pero fue en Valencia donde Carlo Ancelotti quiso ir más allá para evitar la vuelta a la clasificación de Barça y Girona. Sin embargo, el partido no fue fácil. Apretados desde el principio, los compañeros de Tchouameni, Camavinga y Mendy, los tres titulares, se lanzaron al agua en tres minutos. Primero, gracias a un avance de Foulquier que centró para Pérez en el segundo palo. Afortunadamente, la recuperación del español encontró a Hugo Duro cerca del punto de penalti, cabeceando hábilmente el balón al fondo de la red (37º). Tres minutos después, Yaremchuk aprovechó un error de Carvajal para marcar el segundo gol. El pase hacia atrás del defensa no es lo suficientemente potente y el ucraniano del Valencia regatea a su compañero para el 2-0 (40º).
Vinicius, el hombre del partido.
Justo antes del descanso la Real recortará distancias con la esperanza en este encuentro. Un centro de Carvajal, que cometió el error del segundo gol, encuentra a Vinicius para el segundo gol. La mala salida del portero del Valencia permite empujar el balón al delantero brasileño (45+5). Carlo Ancelotti decide utilizar principalmente a Brahim Díaz y Modric. Una elección rentable ya que el español suministra caviar a Vinicius. El extremo coloca su cabezazo desde cerca (75º, 2-2). El Real ha remontado y ahora intenta ganar.
Una acción controvertida
Ambos equipos se apresuran a atacar para conseguir los tres puntos, pero no encuentran el fallo. Lunin está atento al disparo de Peter González en el tiempo añadido antes de que la Real gane este partido… o casi. Cuando se acaban los ocho minutos de la prórroga, Modric saca un córner. El balón es cabeceado hacia atrás, pero Brahim Díaz recupera en el área y se va al costado para centrar. ¡El balón llega a la cabeza de Bellingham, que anota! Sólo el árbitro del partido había pitado el final del partido. Ante un control de Díaz, el árbitro pitó, lo que enfadó a los madrileños. Una decisión incomprensible para los jugadores, a pesar de que la acción era peligrosa. Entonces es un empate lo que separa a los dos equipos.
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