Este fin de semana están llamados a votar en las elecciones parlamentarias 37.466.432 electores. En las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, el partido socialista del presidente Pedro Sánchez y sus aliados de la izquierda radical sufrieron una derrota. Esta amarga derrota obligó al gobierno a adelantar la fecha de las elecciones parlamentarias al 23 de julio, mucho antes de la fecha originalmente prevista para diciembre de 2023.
A pesar de los indicadores económicos ligeramente mejores que sus vecinos, España atraviesa actualmente una crisis económica que podría jugar un papel importante en las elecciones de mañana. El ambiente es tenso. De hecho, los dos principales partidos políticos han estado involucrados en una serie de ataques entre sí durante meses, oponiendo agudamente sus visiones sobre el futuro de España.
El derechista Partido Popular (PP) acusa al candidato socialista de destruir el país y traicionar al socialismo «histórico». Señala su acercamiento a la extrema izquierda y sus concesiones a separatistas vascos o catalanes. Según el PP, este tipo de alianzas amenazan la integridad nacional y el equilibrio político. En respuesta, el Partido Socialista (PSOE) advierte del peligro de una derecha retrógrada dispuesta a aliarse con los ultras de Vox para «Hacer retroceder a España al túnel del tiempo».
El PSOE destaca los avances sociales y económicos logrados bajo su gestión, al tiempo que denuncia posiciones consideradas extremas por sus opositores. Esta emocionante situación política subraya la importancia de las elecciones de mañana, donde los ciudadanos tendrán que tomar una decisión crucial para el futuro del país.
España se enfrenta a grandes retos, y el resultado de las elecciones determinará cómo el país saldrá de la crisis y configurará su futuro. En cuanto a datos económicos, se prevé que España registre un crecimiento del 1,5% este año, con una tasa de paro del 13%, la más baja en 15 años, y una tasa de inflación del 2%, muy por debajo del resto de Europa (superior al 7%).
La Coalición Sumar
La nueva coalición de izquierda, Sumar, encabezada por la ex activista comunista Yolanda Díaz, está disfrutando de un éxito sorprendente antes de las elecciones parlamentarias del 23 de julio en España. Con un apoyo creciente del 13% de las intenciones de voto, este movimiento se posiciona ahora como la cuarta fuerza política del país.
Lo que hace que este aumento sea aún más notable es el logro sin precedentes de Yolanda Díaz al unir a unos quince partidos de izquierda radical en torno a una lista común para las elecciones, una novedad desde la restauración de la democracia en España en 1977. La legislatura.
Sumar consiguió aglutinar a casi todos los partidos de izquierda del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Esta coalición heterogénea incluye partidos regionales, partidos verdes y todos los partidos poscomunistas. Une posiciones económicas a favor de la redistribución de la riqueza y apoya nuevos derechos relacionados con el ecologismo, el feminismo y la defensa de las minorías sexuales.
Una encuesta reciente del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas de España) sitúa a Yolanda Díaz como la figura política más popular entre los españoles, por delante del socialista Pedro Sánchez y del conservador Alberto Núñez Feijoo. Esa creciente popularidad parece ser el resultado de una estrategia política bien pensada y la capacidad de reunir diferentes ideas y corrientes dentro de la coalición Sumar.
El Partido Popular (PP), Favorito…
La campaña electoral del Partido Popular (PP) para las elecciones generales del 23 de julio en España se centra en dos ideas principales. En primer lugar, quiere acabar con el «sanchismo», término utilizado por el partido para describir la gestión y las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez durante esta legislatura. Entonces el objetivo es movilizar activamente a los votantes para conseguir una victoria decisiva que permita al PP gobernar en solitario.
El Partido Popular (PP), que actualmente lidera las encuestas, logra entre el 33% y el 35% de las intenciones de voto. Esto le daría 127 de los 350 escaños del Congreso de los Diputados, pero no le daría la mayoría absoluta. Para gobernar, el PP debería considerar una alianza con el partido de extrema derecha Vox de Santiago Abascal Conde, una coalición que ya existe a nivel local y regional.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), como segunda fuerza política, recoge entre el 24% y el 27% de las intenciones de voto, aún sin mayoría absoluta. Podría contar con el apoyo de Sumar, que logra el 13% de las intenciones de voto. Sumar crece sostenidamente y podría estar en competencia directa con Vox, al que se le atribuye el 14,8% de intención de voto.
Sin embargo, quienquiera que gane es poco probable que obtenga la mayoría de los escaños en el parlamento y, por lo tanto, necesitará formar alianzas para gobernar. El líder socialista dijo que estaba listo para formar una coalición con Sumar, encabezada por la ministra de Trabajo saliente, Yolanda Díaz.
Por otro lado, el Partido Popular deja dudas sobre una posible alianza con Vox, la extrema derecha. Alberto Núñez Feijoo, el líder de los conservadores, evita las respuestas directas, sugiriendo que quiere evitar las posiciones extremas buscando una mayoría suficiente. Mientras tanto, Vox se lleva toda la atención y sus exigencias a la izquierda se hacen cargo de él.
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