El martes 22 de agosto, el Rey Felipe de España optó por proponer a la votación del Parlamento al líder del Partido Popular (PP, derecha), Alberto Núñez Feijóo, para el cargo de presidente del Gobierno, anunciando al «presidente» de la cámara baja a la socialista Francina Armengol.
Esta decisión se tomó tras consultas con representantes de los partidos políticos que obtuvieron escaños en las elecciones parlamentarias del 23 de julio y no lograron declarar un ganador, en un intento de alcanzar un consenso sobre la identidad del futuro presidente del gobierno.
Pedro Sánchez busca un segundo mandato. El PP acabó primero en las elecciones, con 137 escaños, una cifra insuficiente para asegurar una mayoría parlamentaria. Sin embargo, los conservadores cuentan con el apoyo de otros 35 diputados, incluidos algunos del partido de extrema derecha Vox, para un total de 172 diputados.
Será necesario que Alberto Núñez Feijóo se gane la confianza de 176 de los 350 diputados de la Cámara Baja para ser nombrado jefe de gobierno o, en caso contrario, obtener una mayoría simple en una segunda vuelta. Si fracasa en ambas votaciones, el rey tendrá que elegir un nuevo candidato.
El jefe de gobierno saliente, el socialista Pedro Sánchez, ha declarado su intención de reunir suficiente apoyo para asegurar un nuevo mandato. Como señal de la fuerza del bloque de izquierda, su partido logró la semana pasada elegir a Francina Armengol como presidenta de la cámara baja. Se convocarán nuevas elecciones si ningún candidato obtiene la mayoría para el puesto de jefe de gobierno dentro de los dos meses siguientes a la primera votación.
(con Reuters)
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