MADRID. La voluntad del derechista Gobierno de Andalucía (Sur) de legalizar el riego de los cultivos cercanos a uno de los humedales más importantes de Europa, el Parque de Doñana, enfurece al derechista Gobierno central y desafía a Bruselas, en un contexto de agravamiento de la sequía y un año electoral en España.
«¡No tocamos Doñana, es patrimonio de los andaluces, de todos los españoles!», ha subrayado este miércoles el presidente del Gobierno socialista, Pedro Sánchez, sobre este Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, que actualmente se encuentra en cultivo. desertificación
Sánchez respondía a una decisión del parlamento andaluz de aprobar, a través de un procedimiento de emergencia, una ley destinada a legalizar la explotación ilegal, principalmente fresas exportadas a toda Europa, que han brotado en el parque sin permiso.
En 2014, la Junta de Andalucía, entonces liderada por la izquierda, había legalizado unas 9.000 hectáreas de cultivos anteriores a 2004 cerca de Doñana, pero 2.000 hectáreas que se habían puesto en explotación a partir de 2004 habían sido desmanteladas. Es esta área la que ahora sería regularizada.
Auténtica joya mundial de la biodiversidad, situado en la provincia de Huelva (suroeste) y formado por lagunas, marismas, pero también monte bajo y dunas, el Parque de Doñana alberga más de 100.000 hectáreas con más de 4.000 especies, entre ellas el famoso ibérico lince, en peligro de extinción, pero también muchas especies de aves en peligro de extinción.
«Agua que no existe»
Los ecologistas, denunciando la desecación de marismas y lagunas, apuntan a las sucesivas sequías que han azotado a España, pero sobre todo a la explotación masiva de los acuíferos del parque a través de pozos excavados ilegalmente para regar los cultivos intensivos que es la actividad más importante de la región.
Los científicos están de acuerdo. En un comunicado reciente, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo oficial, destacó el «empeoramiento» de la situación de la reserva natural, diciendo que «más de la mitad de las lagunas (habían) desaparecido».
“Estos cambios están relacionados en gran medida con la temperatura y la precipitación anual, pero también con el tamaño de las zonas edificadas, la superficie edificada de (el pueblo vecino) Matalascañas, la distancia de las estaciones de bombeo a la urbanización y la explotación del campo de golf vecino», concluyó el CSIC.
El texto de la ley destinada a la regularización de estos cultivos, que podría aprobarse definitivamente en las próximas semanas, fue propuesto por el ejecutivo regional presidido por Juan Manuel Moreno Bonilla, del Partido Popular (PP, derecha conservadora), con el apoyo del partido de extrema derecha Vox.
El PP y Vox aseguran que el agua que se destinará a los cultivos es agua superficial, es decir, no se aprovecharán los niveles freáticos del parque, en niveles históricamente bajos.
Los ecologistas y científicos no lo creen, y el gobierno nacional tampoco. “No podemos quejarnos de que no hay agua, no podemos quejarnos de la sequía y al mismo tiempo prometer un agua que no existe”, dijo la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en una entrevista publicada por el diario El País el Domingo.
«La Junta de Andalucía sabe muy bien que nunca va a haber agua superficial, nunca, porque ya se ha agotado», ha dicho tras visitar el lugar el viernes hablando de «demagogia».
«Oro rojo»
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) culpó a España en junio de 2021 por mala gestión de los recursos hídricos en el Parque de Doñana, exponiéndose al país a posibles sanciones económicas si no toma las medidas necesarias.
«Este es un tema que estamos siguiendo de cerca», dijo el jueves el portavoz de la Comisión Europea, Tim McPhie, y agregó que Bruselas estaba «en contacto con el gobierno español».
Confirmó que la Comisión «tiene la posibilidad de tomar medidas adicionales para garantizar que España cumple la sentencia del Tribunal de Justicia».
La polémica ha aumentado debido al contexto electoral, con elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán en España el 28 de mayo, antes de las elecciones parlamentarias previstas para finales de año. Porque los intereses económicos son altos.
La provincia de Huelva produce 300.000 toneladas de fresas al año, el 90% de la producción española, y es la principal región exportadora de frutos rojos de Europa.
Este «oro rojo» emplea entre 80.000 y 100.000 personas y representa casi el 8% del PIB regional, según la federación Freshuelva.
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