El Gobierno español pondrá en marcha el próximo año un proyecto piloto con 200 empresas voluntarias, para pasar de cinco a cuatro días laborables a la semana sin recortar salarios. Pero algunas empresas han tomado la iniciativa y sus experiencias han sido en su mayoría positivas.
Trabajar menos, sin recortes salariales: la idea gana terreno. Las empresas españolas pondrán a prueba la semana laboral de cuatro días a partir de 2022. Pero Islandia ya ha experimentado con éxito con él (ver recuadro) y las empresas también han realizado pruebas, a menor escala pero con los mismos resultados positivos, en Suecia y Nueva Zelanda. Zelanda. Bélgica y Japón lo están considerando.
En España, algunas empresas no han esperado al proyecto piloto del gobierno. El pionero en la reducción del tiempo de trabajo semanal es Delsol. Esta mediana empresa de software emplea a más de 180 personas en Andalucía.
La aventura comenzó en enero de 2020. La plantilla de servicios sin contacto con el público queda automáticamente libre el viernes. Para otros, en cambio, el día libre nunca es igual. Y los resultados son mayoritariamente positivos: se han contratado 19 personas, se ha reducido el absentismo y la rotación ha aumentado un 20%.
El día continúa en el verano
Los empleados trabajan 36 horas a la semana en invierno y 28 horas en verano, durante todo el día, principalmente reduciendo la pausa para el almuerzo, que suele ser de dos horas en un país acostumbrado a jornadas interminables. «A menudo he dicho en el pasado que dos horas de comida es demasiado», dijo uno de los empleados de Delsol en La Matinale de la RTS el jueves.
“Mientras no vives esta semana de cuatro días no te das cuenta de la calidad de vida que ganas”, prosigue este técnico superior treintañero, contratado en 2015. “Para conciliar lo privado y lo profesional, para recargar la recargar pilas e ir a trabajar y ser más felices es fundamental».
No bajes los salarios
“Reducir el tiempo de trabajo requiere un cambio de mentalidad”, explica el responsable de recursos humanos. “Pero, ¿cuánto tiempo de inactividad tenemos durante una jornada laboral de 8 o 9 horas?”, se pregunta Ana Arroyo. «Es imposible que una persona pueda concentrarse siempre de la misma manera».
Para ella, lo más importante es que motiven a los empleados, no que les bajen el salario. Pero ojo, advierte este directivo: “Siempre lo he dicho y lo voy a repetir: este evento de cuatro días no es necesariamente válido para todos. Cada empresa debe ver si esto funciona para su empresa. El hecho de que la medida funcionó para mí no significa que será igual en todas partes».
Tiempo de trabajo versus productividad
Algunos economistas incluso creen que esta semana acortada no es sostenible en todos los sectores de la economía española. Las pequeñas empresas y los sectores de baja productividad, como el turismo o la hotelería, tendrían dificultades para implementar la medida, dicen.
Sin embargo, el economista de la Universitat de València, Joan Sanchis, matiza esta visión. Si queremos mantener los salarios, el punto más importante es la productividad, enfatiza. “Y precisamente, la productividad depende de cuestiones de organización del trabajo, culturales, sociales e institucionales”.
“Muchas veces nos venden la teoría de que la productividad va a depender de más jornadas laborales”, apunta este especialista. Pero correcto: “España es uno de los países que de media más horas al año trabaja en la Unión Europea y en la OCDE. Y sin embargo tenemos una productividad muy baja”.
Programa de apoyo también en Valencia
Joan Sanchis aconsejó a la Generalitat Valenciana desarrollar -a nivel autonómico- un plan de ayudas de diez millones de euros (10,5 millones de francos) en tres años. Para las empresas voluntarias, el aumento de los costes salariales se compensa hasta el 100% el primer año, el 50% el segundo año y luego el 25% los años siguientes.
Big Buy, una empresa de logística con 260 personas en la Comunidad Valenciana, incluso ha ido más allá de las 32 horas dando a los empleados una gran libertad para organizar su tiempo: ahora lo que cuenta son los objetivos, no el número de horas trabajadas.
Muchas empresas demasiado conservadoras
El responsable de recursos humanos deplora el conservadurismo de muchas empresas y el presentismo exagerado. Creo que las empresas que tienen miedo de entrar en la semana de cuatro días realmente no saben cómo hacerlo o cómo adaptarse”, dijo María Ángeles Aguilar.
“Las nuevas generaciones de trabajadores son mucho más autónomas, más exigentes”, señala. “Y si las empresas no entienden esto y empiezan a cambiar para adaptarse, les costará atraer talento. Las nuevas generaciones se dirigen a las empresas más tecnológicas porque son las que más rápido se adaptan”.
Los defensores de la semana de cuatro días esperan que todos estos proyectos piloto creen un efecto de bola de nieve. El programa del Gobierno español cuenta con un presupuesto de 10 millones de euros para apoyar a las empresas participantes.
Valerie Demonio/oang
«Infuriatingly humble coffee guru. Travel intern. Freelance zombie fanatic. Certified problem solver. Food scholar. Student.»