Las relaciones entre Marruecos y España han llegado recientemente a velocidad de crucero. España, que se ha sumado a la posición del reino de Cherifian en el expediente del Sáhara Occidental, no niega nada a Marruecos. Sin embargo, la estrategia del actual gobierno no es compartida por toda la clase política española. Algunos partidos temen fortalecer a Marruecos a costa de los intereses de España. Es el caso del senador Carles Mulet, que planteó este problema al Gobierno.
Así, este parlamentario ha levantado ciertos temores para la clase política española. Confirmó en una pregunta escrita al Gobierno que «la decisión oficial de suministrar a Marruecos el submarino español Tramontana, dotado de propulsión AIP y dotado de torpedos, misiles antibuque y misiles de crucero de largo alcance, reforzará seriamente su potencia». de disuasión y defensa en la zona estratégica del Estrecho de Gibraltar”.
el senador de parte comprometida También cuestionó las «garantías» que el Gobierno español tenía por parte marroquí para que el submarino vendido por un simbólico euro «no fuera utilizado por el régimen marroquí contra los intereses españoles», en particular en los enclaves de Ceuta y Melilla. “Esta venta de la “Tramontana” por un euro simbólico permite a Marruecos plantar las semillas de su nueva fuerza submarina”, explica el parlamentario.
Por su parte, el Ministerio de Defensa español ha confirmado que «no tiene conocimiento de ningún elemento capaz de confirmar la veracidad de la información» de la venta del submarino de Tramontana a Marruecos. Hay que decir que el acercamiento entre Marruecos y España es visto como contraproducente por parte de la clase política española. Algunas partes incluso se plantean cuestionar el alineamiento de España con la posición de Marruecos en el tema del Sáhara Occidental. De hecho, el Partido Popular pretende volver a la neutralidad de España en este tema si llega al poder.
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