Al analizar imágenes de cámaras de alta frecuencia con algoritmos, la inteligencia artificial, integrada en un nuevo tipo de radar, puede detectar muchas infracciones de tráfico. ¡Cuidado con los intrusos!
La mayoría de los conductores temen los radares de tráfico repartidos por las carreteras y autopistas. Y no sin razón: estos dispositivos pueden detectar infracciones por exceso de velocidad día y noche y tomar fotografías de los vehículos infractores, lo que permite imponer y enviar multas a sus conductores sin intervención humana y sin discusión. Es difícil escapar de su celosa y despiadada vigilancia a menos que se utilicen aplicaciones especializadas que identifiquen «zonas de peligro». Sobre todo porque, con los avances en la electrónica y las computadoras, la velocidad ya no es su única preocupación. Además de los radares de semáforo, que se activan cuando no se respeta una luz roja, ahora hay que tener en cuenta los nuevos modelos antirruido que informan de la contaminación acústica procedente de determinados vehículos. Y una nueva generación promete ir aún más lejos en la búsqueda de infracciones de tráfico gracias a la inteligencia artificial.
¡Y no es ciencia ficción! Desde hace varias semanas, se prueba en Gran Bretaña un nuevo tipo de radar dopado con IA en la autopista A30, que conecta Londres con Cornwall, concretamente cerca de Launceston, en Cornwall. Como explica la BBC, la herramienta no es un radar clásico, sino un dispositivo que combina cámaras de alta frecuencia y flashes infrarrojos con un sistema de análisis de imágenes mediante IA. La gran fortaleza reside en los algoritmos que son capaces de detectar en imágenes diversas infracciones de tránsito, como no usar el cinturón de seguridad o hablar por teléfono mientras se conduce. Dos infracciones habituales que provocan consecuencias dramáticas en caso de accidente… Por el momento, la IA no sólo decide la secuencia de los acontecimientos: es un técnico humano que, a su vez, comprueba las secuencias informadas y, entretanto, anonimizadas, para confirmar que el automovilista identificado efectivamente había violado las reglas.
Y este nuevo dispositivo –desarrollado por la empresa australiana especializada Acusensus cuyo lema es “Cambiar comportamientos para salvar vidas” – es extremadamente eficaz: apenas tres días después de su puesta en funcionamiento, ya se habían registrado 297 infracciones, de las cuales 180 estaban relacionadas con no llevar el cinturón de seguridad y 117 con el uso del teléfono mientras se conducía. Y en quince días estas estadísticas ascendieron a 1.500 infracciones, dos tercios por el teléfono y un tercio por el cinturón. Imaginamos que estos resultados tan alentadores alentarán a las autoridades del Reino Unido a continuar con las pruebas para mejorar este sistema antes de que se implemente más ampliamente.
Y también es fácil imaginar que este experimento dará ideas a otros gobiernos, que siempre están buscando soluciones para detectar las infracciones de tráfico, especialmente las responsables de muertes y heridos… Varios países europeos están aumentando el número de sistemas de radar. pruebas del futuro, como el Velolaser en España, un sistema móvil y ultracompacto -y por tanto difícil de detectar por los automovilistas- capaz de controlar varios vehículos simultáneamente en ambos sentidos de la marcha. O los radares térmicos probados en Lyon que identifican a los automovilistas que circulan solos, sin pasajeros, en los carriles reservados para compartir el vehículo. No hay duda de que la inteligencia artificial aumentará drásticamente las capacidades de estos dispositivos de control en un futuro próximo, también en Francia, y no sólo en lo que respecta a la velocidad en carretera…
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