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Desde mediados de diciembre, la costa de Galicia está contaminada por una “marea blanca” de microperlas que se escaparon de un contenedor perdido en el mar. Las autoridades centrales y regionales niegan la responsabilidad de controlar las consecuencias del accidente.
El asunto se cerró en noviembre de 2002. Prestigiosomi –un accidente de un petrolero en el mar que arrojó miles de toneladas de fueloil en la costa de Galicia– había provocado al mismo tiempo un desastre medioambiental y una importante batalla política. Veintidós años después, la “crisis del pellet” tiene consecuencias similares. El barco zarpó el 8 de diciembre. Toconao Perdió varios contenedores en el mar, uno de los cuales expulsó al menos una tonelada de estas micropartículas de plástico que ahora se encuentran esparcidas por la costa gallega. Desde entonces, mientras cientos de voluntarios trabajaban con esmero para recoger estos millones de bolas de tres milímetros, a menudo mezcladas con algas, llovieron acusaciones entre el poder central socialista y el ejecutivo regional conservador.
Durante tres semanas, La Xunta lo aplazó, dando la impresión de que esta “marea blanca” no era especialmente grave. Al mismo tiempo, aunque menos afectadas, las regiones vecinas de
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