Se espera que la construcción de una línea eléctrica entre Francia y España comience en octubre, pero enfrenta una fuerte oposición en la región de las Landas de Nueva Aquitania. Esta gran infraestructura energética, denominada “Notre-Câble-des-Landes”, tiene como objetivo mejorar la capacidad de la red eléctrica entre los dos países. Despierta interés en el campo del suministro eléctrico.
Mejora de la capacidad eléctrica
El proyecto de línea eléctrica Francia-España, ejecutado por las empresas RTE en Francia y Red Eléctrica en España, tiene como objetivo incrementar la capacidad de conexión eléctrica entre ambos países, de 2.800 megavatios a 5.000 megavatios. Esta importante mejora de la capacidad eléctrica equivale a suministrar electricidad a cinco millones de hogares. Responde así a la creciente demanda de energía a ambos lados de la frontera.
La nueva línea eléctrica, con una tensión de 400.000 voltios, se extiende a lo largo de aproximadamente 400 kilómetros. Sobre esta distancia, se utilizarán 272 km en una ruta submarina. En cuanto al resto, está enterrado en el suelo a 1,5 metros de profundidad. Esta colosal infraestructura eléctrica tiene como objetivo garantizar una interconexión robusta entre Francia y España para cumplir con las políticas energéticas de ambos países.
Cambio de ruta
Inicialmente, los cables de la línea eléctrica pasarían por el desfiladero de Capbreton en el Golfo de Vizcaya. Sin embargo, esta opción resultó imposible debido a las condiciones geológicas desfavorables. De este modo, el nuevo trazado atraviesa bajo tierra cinco municipios de las Landas.
Este cambio de ruta no alivió las preocupaciones de los vecinos. Dentro del colectivo ‘Stop THT 40’, los vecinos hacen campaña para que se evalúe una tercera opción, consistente en seguir la autopista A63 hasta la frontera española, de acuerdo con las recomendaciones del Consejo Nacional para la Conservación de la Naturaleza (CNPN). RTE rechazó esta propuesta, argumentando que la infraestructura vial no lo permitía.
Problemas de salud y controversia
Quienes se oponen al proyecto, incluidos algunos funcionarios electos locales, también están preocupados por los posibles riesgos para la salud asociados con una línea eléctrica de este tipo. RTE afirma que la línea no representa ningún riesgo para la salud, pero los residentes exigen pruebas de lo contrario. Esta polémica ha aumentado con el paso de los meses.
Los funcionarios electos, como el alcalde de Capbreton, Patrick Laclédère, están considerando presentar un recurso judicial para suspender las obras, expresando su desacuerdo con el proyecto. La situación es cada vez más tensa.
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