MADRID, 6 sep (Reuters) – Miles de españoles se manifestaron pacíficamente en el centro de Madrid el martes por la noche para protestar contra las medidas de austeridad y la introducción de una «regla de oro» en la Constitución que limita el gasto público.
Los dos principales sindicatos del país, que organizaron la manifestación, contaron con el apoyo de otras organizaciones, entre ellas «Los Indignados», el movimiento de los Indignados que acampó durante casi un mes la primavera pasada en la Puerta del Sol, en el centro de la capital española.
Según responsables sindicales de CCOO y UGT, en la manifestación participaron 25.000 personas; los testigos han sugerido una movilización la mitad de baja.
El paro afecta al 40% de los jóvenes y uno de cada cinco trabajadores está en paro en España, un nivel sin parangón en el resto de la Unión Europea.
“El resultado de la reforma de la ley laboral y la proliferación de contratos temporales es que ya no hay empleados con contrato indefinido. Los jóvenes recibieron un verdadero cachete en los dientes”, denuncia Luis Gómez, un profesor de matemáticas de 59 años que cruzó en la procesión.
La manifestación de Madrid, que partió de la Plaza Cibeles y llegó hasta la Puerta del Sol, se produjo el mismo día que la huelga en Italia contra el plan de austeridad que se debate en el Senado italiano. (para ver [ID:nLDE7850QV])
ACUERDO CON LA LEY
A finales de agosto, el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero llegó a un acuerdo con el Partido Popular (PP, oposición de derecha) para incluir en la Constitución el principio de limitación del déficit público.
Varios partidos pequeños, incluidos Izquierda Unida (Izquierda Unida) y los nacionalistas catalán y vasco, han declarado su intención de votar en contra y han pedido un referéndum sobre el tema.
La manifestación de Madrid se organizó en vísperas de la votación en el Senado de esta «regla de oro», que pretende limitar el déficit estructural del país al 0,4% del producto interior bruto (PIB) a lo largo de un ciclo económico).
España ha decidido tomar estas medidas de austeridad altamente impopulares en un esfuerzo por llevar su déficit presupuestario dentro del límite del 3% del PIB en 2013 según lo previsto por el Pacto de Estabilidad de la Eurozona. Con la crisis económica, el déficit se elevó al 11,1% del PIB en 2009.
Será la segunda vez que España modifica su constitución, que data de 1978 y le permitió pasar página sobre el franquismo tras la muerte de Franco en 1975.
En una entrevista televisada, la ministra de Economía, Elena Salgado, descartó que España necesite un rescate similar al de Grecia y Portugal.
También indicó que no se anunciarán medidas de austeridad adicionales antes de las elecciones generales anticipadas del 20 de noviembre. (con Sarah Morris; Benjamin Massot y Henri-Pierre André para el servicio francés)
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