Entre el alivio y el desamor. En España, los parlamentarios aprobaron este jueves el proyecto de ley de derechos de las personas transgénero, más conocido como ‘ley transgénero’. El texto, apoyado por 188 votos contra 150 votos en contra, claramente no es unánime. Está claro que esta ley debería permitir a las personas transgénero cambiar su nombre y género en sus documentos de identidad durante una simple cita con la administración, sin necesidad de presentar informes médicos. Y esto a partir de los 16 años.
Como caballo de batalla del partido de izquierda radical Podemos, aliado de los socialistas dentro del gobierno de Pedro Sánchez, la ley ha sido escenario de numerosas controversias y disputas dentro de la propia izquierda. Si, como se espera, el texto finalmente es aprobado por el Senado en las próximas semanas, permitirá a España sumarse a los pocos países del mundo que permiten la autodeterminación de género mediante una simple declaración administrativa. En Europa, Dinamarca fue el primer país en conceder este derecho a las personas transgénero en 2014.
El proyecto de ley español va aún más lejos: el texto también permitirá a los jóvenes de 14 a 16 años cambiar libremente de género en el registro civil, si van acompañados de sus tutores legales. Los niños de 12 a 14 años tendrán que obtener luz verde del tribunal. Además de otras disposiciones, la ‘ley trans’ también prohíbe la terapia de conversión, destinada a cambiar la orientación sexual de las personas LGBT+, con multas de hasta 150.000 euros.
“Una deuda histórica”
Brillantemente apoyado por la Ministra de Igualdad Irene Montero, “Esta ley salda una deuda histórica con las personas transgénero“, afirmó ante los diputados el miércoles. Destaca la fuerte «patologización» impuesta a las personas transgénero para vivir plenamente su identidad. Es decir, durante dos años se siguieron los numerosos informes médicos y evidencias de tratamientos hormonales para confirmar la identidad de una persona transgénero, como ocurre hoy en el país. “Las mujeres trans son mujeres”este directivo de Podemos insistió y denunció la “transfobia”.
El centro de las preocupaciones es el abuso que causaría esta nueva ley. Muchas feministas “históricas” temen que los hombres que se identifican como mujeres puedan competir en competiciones deportivas femeninas o ser encarcelados en cárceles de mujeres. En todos los casos, se permitirá un plazo de tres meses entre la presentación de la solicitud y su validación por parte del solicitante para que pueda confirmar su decisión de cambiar de género.
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