Para contrarrestar los numerosos intentos de entrar ilegalmente en el enclave español, la Guardia Civil quiere adquirir equipos de vigilancia de última generación en Melilla. El gobierno español ha lanzado una licitación para cámaras de video y térmicas que pueden identificar «objetivos» en movimiento día y noche en condiciones climáticas adversas.
Es una vuelta de tuerca segura que se prepara en el pequeño enclave español de Melilla, en Marruecos. La Guardia Civil acaba de lanzar un concurso para la renovación de su equipo antidisturbios† El objetivo: ayudar a los agentes desplegados en la frontera Melilla-Marruecos a contrarrestar los intentos de los inmigrantes subsaharianos de entrar en el enclave.
Actualmente, el pequeño territorio español del norte de Marruecos cuenta con una triple valla de varios metros de altura. Estas murallas supuestamente infranqueables se extienden durante varios kilómetros alrededor del enclave.
Las autoridades esperan ir más allá: instalar equipos de última generación que podrán detectar, reconocer e identificar cualquier movimiento sospechoso en la zona fronteriza de día y de noche. Madrid reclama, entre otras cosas, cámaras de vídeo y térmicas en los puestos de vigilancia de varios lugares de Melilla.
La Guardia Civil destaca que la compra de este completo sistema de vigilancia es necesaria para identificar las «bolsas de inmigrantes» concentradas en la frontera, del lado marroquí, y «que intentan entrar en territorio español de forma ilegal, ya sea por los pasos fronterizos, el recinto o por los espigones de la frontera marítima».
6.000 intentos de acceso en pocos días, principios de marzo
Esta política de seguridad sigue a los intentos de ingresar a miles de inmigrantes de origen subsahariano a principios de marzo, lo que llevó al ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, a denunciar las redadas como «ataques violentos» e «inusuales».
El pasado 2 de marzo, unas 2.500 personas intentaron entrar en este territorio español, un récord según las autoridades. En los días siguientes se produjeron dos nuevos atentados, en los que participaron 1.200 y 1.000 personas, respectivamente.
Un total de 871 exiliados lograron entrar en Melilla, frente a los 1.092 de todo 2021.
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Muchos inmigrantes habían utilizado «ganchos» para saltar la valla y «rocas de estrangulación», lo que les permitió «arrollar a las fuerzas de seguridad marroquíes que intentaban evitar que llegaran a la valla». †
Melilla y Ceuta son las únicas fronteras terrestres de la Unión Europea con África. Muchos inmigrantes han estado tratando de ingresar a estas áreas durante años para hacerse un hueco en Europa y solicitar asilo. Los intentos por mar siguen siendo raros, los migrantes prefieren intentar atravesar sus puertas.
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