El Open Mutua de Madrid de este año ha sido objeto de mucha controversia en el mundo del tenis y más allá. La razón de esto es la elección de los organizadores de presentar modelos muy atractivos como recogepelotas durante todo el torneo español..
En la edición de 2023, este rol está reservado para grupos de chicas jóvenes muy atractivas, todas rigurosamente vestidas con ajustados tops negros y minifaldas vaporosas.
Una iniciativa diferente a otros eventos de tenis que tienen lugar durante la temporada, pero no nueva y ciertamente no innovadora. Muchos la ven como una opción sexista y machista. De hecho, el Madrid inició esta peculiaridad en 2004 con el extenista Ion Tiriac, director de la prestigiosa liga ibérica hasta 2021.
Después de las muchas críticas, la ropa cambió y se creía que la idea de los maniquíes había sido rechazada para siempre.
Modelos mal pagadas como coleccionistas en Madrid
Fue el rumano quien trajo algunos hermosos modelos profesionales en 2004 y los usó a todos como recogepelotas.
Una tarea generalmente confiada a los adolescentes. En Wimbledon, por ejemplo, los muchachos se entrenan intensamente durante meses para los campeonatos, con una selección estricta.
En cambio, Tiriac empleó a 80 modelos, de 19 a 28 años, para entregar pelotas y toallas a las estrellas del tenis, vestidas con tops de tiras y minifaldas. A los glamorosos asistentes se les pagaron 600 libras esterlinas por su trabajo.
Andre Agassi no podía creer lo que veía. El ex tenista estadounidense volvió sobre el tema en una entrevista con The Sun: «Era difícil concentrarse en la pelota, por decir lo menos.
Pero creo que tenía una ventaja, estaba acostumbrado a jugar con mi esposa. Es importante para nuestro deporte entender claramente cuál es el producto, pero no estoy del todo convencido de que esto sea parte de nuestro producto».
Marat Safin, ganador del título en 2004, agregó: «Los modelos indican que la gente siempre habla de tenis. Buena o mala publicidad, no importa. Eso no importaEste truco publicitario dio lugar a muchas quejas.
Soledad Murillo, funcionaria del gobierno español, dijo que la introducción de maniquíes ha contribuido a la clara discriminación contra las mujeres que aparecen como meros objetos de decoración y entretenimiento.
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