«Declaro la dimisión, como jefe de Gobierno, de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, que permanecerá en el cargo» al frente de un Gobierno en funciones para gestionar los asuntos de actualidad «hasta que tome posesión el nuevo jefe de Gobierno», afirmó el jefe de Gobierno. dicho . Felipe VI está en el periódico oficial.
La votación del domingo no logró obtener una mayoría, lo que sumió a España en un verdadero dolor de cabeza político y avivó el espectro de nuevas elecciones.
El Partido Popular (PP) del conservador Alberto Núñez Feijóo quedó primero, con 136 de un total de 350 escaños en el Congreso de los Diputados, pero se mantiene lejos de la mayoría absoluta de 176 diputados, incluso con el apoyo de los 33 delegados del partido. El ultraderechista Vox, su único aliado potencial.
Feijóo, como ganador de las elecciones, reclamó el derecho a gobernar en minoría y empezó a hablar con varios partidos el lunes, pero sus esfuerzos parecen condenados al fracaso ya que Vox parece ser un espantapájaros para los demás partidos.
Los nacionalistas vascos del PNV informaron al conservador el lunes por la noche que no querían entablar conversaciones con él.
Con menos diputados que el bloque de derecha y de extrema derecha, el Partido Socialista (PSOE) de Sánchez (122 diputados) y sus aliados de izquierda radical Sumar (31 escaños) paradójicamente conservan una posibilidad de permanecer en el poder porque tienen más poder para tener. puede recibir el apoyo de los partidos vascos y catalanes, que ya apoyan regularmente a su gobierno en el parlamento.
El mayor desafío para la izquierda será garantizar la abstención del partido separatista catalán Carles Puigdemont, Junts per Catalunya (JxCat), que se ha opuesto sistemáticamente al ejecutivo de izquierda en los últimos años.
Sumar anunció el lunes que había dado instrucciones a uno de sus funcionarios en Cataluña para que iniciara conversaciones con Junts, que se había convertido en Kingmaker junto con sus siete diputados.
Si se cumplen todas estas condiciones, Sánchez podría reunir en su nombre 172 diputados, es decir, más que el líder del PP, lo que le bastaría en una segunda votación de investidura, que sólo requeriría una mayoría simple.
Sin embargo, los dos bloques siguen suspendidos del recuento de votos de los españoles en el exterior, que comienza el viernes y podría durar varios días. Según la prensa, estas votaciones podrían desplazar escaños hacia un lado o hacia el otro en provincias donde muy pocos votos separaban a los partidos de izquierda y de derecha.
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