A pesar de su condición física menos que perfecta, no incluir a Rafael Nadal en la lista de jugadores que podrían protagonizar Roland Garros sería subestimar sus habilidades, que ya ha desarrollado como profesional en varias etapas de su carrera a lo largo de los años. .
El español ciertamente no comenzará como un favorito de todos los tiempos para la victoria general del segundo Grand Slam de la temporada, pero puede (y será llamado a) sorprender a todos nuevamente: tal como lo ha hecho. Abierto de Australia, no en el mejor físico y regresando de una grave lesión en el pie, el hispano tendrá que superar una vez más la feroz competencia y poder levantar el trofeo al cielo.
Aunque el año ha comenzado de la mejor manera, el manacoreño no lo tiene fácil y las sensaciones positivas sobre su cuerpo no parecen muchas. La eliminación ante el canadiense Denis Shapovalov en el segundo partido del Internazionali Bnl d’Italia de Roma sorprendió a muchos, sobre todo porque el inicio del torneo de París está muy cerca.
El jugador de 35 años jugó los últimos partidos del partido y tuvo problemas para caminar con regularidad en el campo. Un aspecto que plantea varios interrogantes sobre el estado físico del ganador de 21 títulos de Slam en una competición tan dura de hasta 5 sets.
Los datos
Una estadística pone en grave desventaja el rendimiento actual del número 5 del mundo sobre tierra batida en 2022. De hecho, si atendemos a los resultados que el deportista conseguía año tras año de aquel mágico 2005 que le inscribió por primera vez como ganador en París, de la peor temporada de Nadal en este tipo de superficies, que le convertía prácticamente en uno de los más fuertes (que también se llevó 2020 ya que el torneo se trasladó a un período inusual).
Nunca antes había pasado que el español no ganara un título ATP sobre tierra batida antes de Roland Garros: a partir de ese año, el hispano siempre logró al menos uno de los cuatro eventos más prestigiosos del programa (Monte Carlo, Barcelona, Madrid y Roma).
No hay semifinales para Rafa este año, penalizado principalmente por esa fractura por estrés en las costillas. Sin embargo, una situación que es de interés periodístico, ya que el español ni siquiera estará entre los cuatro cabezas de serie después de muchos años.
Ahora le toca a Nadal honrar ‘su’ torneo y llevarse otra gran satisfacción: Seguro que estar del mismo lado del tablero que Novak Djokovic y Carlos Alcaraz no ayudará ni hará más fácil el camino.
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