TREMERY (Moselle) (Reuters) – Stellantis acelerará la transformación de su planta de Trémery (Moselle), durante mucho tiempo el sitio de motores diésel más grande del mundo, pero donde el 50% de la capacidad de producción será eléctrica para 2024.
El año pasado, el diésel todavía representaba el 67% de la producción de la fábrica. Para 2024, esta escandalosa tecnología pesará apenas el 30% de la potencia instalada, y los motores de gasolina -utilizados también para vehículos eléctricos híbridos- el 20%.
Esta metamorfosis, impulsada por la evolución de los estándares de emisiones en Europa y la prohibición de la venta de vehículos con motor de combustión para 2035, plantea importantes retos laborales -un motor eléctrico consta de tres veces menos piezas que uno de combustión- e importantes retos formativos.
El parque industrial, que se creó hace medio siglo, ya ha perdido puestos de trabajo debido a la pirámide de edades. La planta de Trémery ahora emplea aproximadamente a 2400 personas y la planta de cajas de cambios en Metz a 1100, en comparación con 3000 y 1400 respectivamente en 2019.
Sin embargo, el diesel sigue siendo relevante, por ejemplo, el nuevo Citroën C4X tiene un motor diesel, a diferencia de su primo mayor Peugeot 408, que cambia completamente a gasolina e híbrido. El C4X, producido en España y lanzado a finales de año, también estará disponible eléctricamente.
(Informe de Gilles Guillaume, editado por Jean-Michel Bélot)
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