Kiev: Ucrania sufrió nuevos ataques con misiles rusos el viernes por la mañana que provocaron cortes de agua en la capital, Kiev, y de electricidad en todo el país, mientras que Moscú estaba decidido a destruir la infraestructura de Ucrania.

Según el gobernador regional, al menos dos personas murieron tras un ataque en un edificio residencial en Kryvyï Rig (sur).

Las autoridades ucranianas dicen que los rusos apuntaron «alrededor de 40 misiles» a Kiev el viernes, 37 de los cuales fueron derribados por las defensas antiaéreas. No especificaron qué daños causaron los demás.

El alcalde Vitali Klitchko dijo que el daño a la infraestructura energética causó «interrupciones en el suministro de agua en todas partes de la capital».

Por su parte, las autoridades prorrusas de la región oriental de Lugansk acusaron a las fuerzas ucranianas de disparar artillería en dos lugares, lo que dejó en la mañana de este viernes ocho muertos y 23 heridos.

Ante una serie de reveses militares este otoño, Rusia ha optado desde octubre por una táctica de ataques masivos destinados a destruir las redes eléctricas y los transformadores de Ucrania, sumiendo a millones de civiles en el frío y la oscuridad en pleno invierno.

Con esta nueva ola de bombardeos rusos del viernes, «puede llevar más tiempo que antes restaurar la electricidad», advirtió en Facebook la compañía eléctrica nacional Ukrenergo.

El ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kouleba, respondió exigiendo que Occidente «suministre un obús a Ucrania, un tanque a Ucrania, un vehículo blindado a Ucrania, por cada misil o dron dirigido a Ucrania».

En Kiev, envueltos en sus abrigos, sentados en el suelo o en los escalones de las escaleras mecánicas, algunos vecinos pasaron varias horas resguardados en el metro.

“Esta mañana me desperté, vi un cohete en el cielo y no me sorprendió. Lo vi y supe que tenía que ir al metro”, dijo Lada Korovaï, actriz de 25 años.

El municipio anunció que el metro estaría parado todo el día.

«Sin electricidad»

En otros lugares, partes enteras del país quedaron nuevamente sin electricidad.

«La región (centro) de Kirovograd está completamente sin electricidad», se quejó el gobernador, Andriï Raikovych.

La segunda ciudad del país, Kharkiv (noreste), también estaba a oscuras, al igual que Poltava (centro).

Múltiples ataques también tuvieron como objetivo la región de Zaporijjia (sur), según el gobernador, Oleksandre Staroukh.

En la ciudad de Bakhmout, que Moscú intenta incansablemente conquistar, un camión semirremolque llegó para entregar unas 200 estufas de leña, que luego fueron distribuidas a los residentes por voluntarios, según AFP.

El conductor no arrastra para descargar los palets: está estresado por el hielo que vuelve resbaladizas las calles y sobre todo por las incesantes explosiones.

Unas decenas de vecinos acudieron a recoger los preciados fogones, en una ciudad sin luz, agua ni gas.

Oleksandra, de 85 años, no tiene ninguno. Vino a buscar medicinas a un puesto de socorro. «Sobreviviré al invierno, caminaré más para calentarme. He oído hablar de un punto de calefacción, pero creo que no es algo bien organizado», dijo a la AFP.

«Prefiero pensar que todo lo que escucho ahora (las explosiones) es que nuestro ejército está trabajando. Solo quiero pensar de esa manera y me hace sentir bien», agrega.

No muy lejos, en Kramatorsk, se cortó la luz al final de la tarde y la población ya no tenía acceso a la red telefónica, señala AFP.

Un total de 14 civiles murieron en los bombardeos rusos en el país el jueves, según la presidencia ucraniana.