La zona afectada por el incendio se extiende sobre más de 150 hectáreas en la frontera franco-española-catalana. Un bombardero de agua francés fue enviado al lugar.

Un incendio forestal en la costa mediterránea de España, en la frontera con Francia, se desarrolló rápidamente el viernes por la noche debido a los fuertes vientos, lo que provocó el confinamiento de un pueblo y un camping en esta zona turística.

La superficie afectada por el incendio se extendía a 150 hectáreas hacia las 19:25 hora local, frente a las 50 hectáreas menos de una hora antes, según el último balance preliminar publicado en Twitter, rebautizado como X, por los guardabosques que dependen del gobierno catalán.

«Debido al incendio en Portbou», localidad española fronteriza con Francia con una importante estación de tren entre ambos países, «los bomberos de Cataluña han ordenado el confinamiento del municipio de Colera, la zona de La Rovellada y en el camping de Sant Miquel», indicó Protección Civil de la región catalana.

Demasiado viento para el avión bombardero francés

El pueblo de Colera ve multiplicarse cada verano su población de 500 habitantes gracias a los turistas que acuden en masa a las playas españolas. Según una web de la Generalitat de Cataluña, el camping Sant Miquel tiene una capacidad para 720 personas. La carretera que conduce a la localidad más cercana, Portbou, en la frontera con Francia, quedó cerrada debido al incendio.

Ya se han movilizado decenas de unidades de los bomberos catalanes, incluidas varias unidades aéreas, dijeron los bomberos catalanes. En la operación participan diez camiones de bomberos y vehículos ligeros franceses, procedentes del departamento francés de Pirineos Orientales, que limita con la zona del incendio.

Un bombardero francés fue enviado pero no pudo aterrizar debido a los fuertes vientos, dijo a la AFP un portavoz de los bomberos franceses.

«Por el momento el incendio se limita al territorio español», añadió este portavoz a primera hora de la tarde.

Los bomberos españoles explicaron que «las operaciones aéreas se complicaron» por un viento de tramontana, con rachas superiores a 50 km/h, según la agencia meteorológica española Aemet.