Tras una derrota en las elecciones municipales y autonómicas de mayo, el jefe del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, convocó elecciones parlamentarias anticipadas que las encuestas estaban en su contra. Los partidos de derecha, el Partido Popular, y la extrema derecha, Vox, forman ellos mismos una alianza de poder. Sánchez también acaba de cerrar la puerta a cualquier referéndum de autodeterminación en Cataluña, al igual que en el País Vasco.
Al frente de España desde junio de 2018, y esperando el domingo una prórroga de su mandato de la mano de una esperada «remontada», Pedro Sánchez se encuentra en una situación de peligro. Por su destino personal, pero sobre todo por el destino de todo el país. Porque las últimas intenciones de voto arrojan una mayoría, quizás incluso absoluta, para la derecha y la extrema derecha españolas cuando se combinan.
El PP, el Partido Popular, un partido de derecha moderado, y Vox, el partido de extrema derecha, heredero directo de la dictadura de Franco y cercano a otros partidos de extrema derecha europeos, entre ellos la Agrupación Nacional Francesa, formarían una alianza victoriosa.
La temida alianza de la derecha y la ultraderecha
Alianza, o mésalliance según las aristas del espectro político, ya en marcha en determinadas comunidades autónomas y ayuntamientos españoles desde las últimas elecciones de mayo. Si el domingo surge una nueva alianza, sería el Partido Popular el que tomaría la delantera y podría pretender sustituir a Sánchez al frente del Gobierno de España, ya que el partido de Alberto Feijoo está muy por delante de Vox en las encuestas: un 35% de intenciones de voto frente al 15 del partido de extrema derecha liderado por Santiago Abascal.
Antiinmigrantes, antieuropa, antifeministas, antivax, escépticos climáticos y, por supuesto, antiindependencia, el partido de extrema derecha Vox (que obtuvo apenas el 0,5% de los votantes en 2017) inició su ascenso meteórico con la crisis catalana. Surcó entonces el miedo de muchos españoles y catalanes a ver la región secesionada.
Los separatistas protagonizan así una enérgica campaña para cerrarle el paso el domingo, al menos en Cataluña. Las encuestas mostrarán mañana si estos esfuerzos fueron suficientes.
Cataluña: Sánchez (re)cierra la puerta a un referéndum
Además, cuestionado por ERC, el partido independentista de izquierdas que está en el poder en Cataluña con Pere Aragonés, y Bildu, la izquierda separatista vasca, sobre la celebración de referéndums de autodeterminación simultáneos, Pedro Sánchez ha (otra vez) cerrado la puerta a tal posibilidad. “Claro que no, no habrá referéndum de autodeterminación”respondió con firmeza el jueves.
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