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Testimonio de Nfissa TuaticEsposa de Merzoug Tuati

“El 1 de marzo de 2022, Merzoug fue trasladado de la prisión de Ghardaïa a la prisión de Laghouat, a 550 kilómetros de mi casa en Béjaïa. Lo visité en la nueva prisión un día después de su traslado, inmediatamente noté su dolor, me dijo que el día anterior a su llegada había sido objeto de acoso, que el director de la prisión le había dicho que su condena era mínima en comparación con la transgresiones que según este pueblo había cometido. Me dijo que comparte una celda abarrotada con otras 27 personas y no tiene cama, por lo que duerme en el suelo. †

“El 6 de abril de 2022 volví a visitarlo pero con su hermano y mi suegra, estaba pálido y arrastraba los pies, tenía tanto dolor que no podía mantenerse erguido. Le pregunté si el fiscal había venido a ver su estado y saber más sobre su huelga de hambre. Respondió que nadie lo había visitado, que las autoridades penitenciarias no habían reconocido su huelga de hambre y que no se había iniciado ningún seguimiento médico ni psicológico. Me dijo que sufría de dolor abdominal. Después de la visita pedimos conocer al director de la prisión. El alcaide, que se dirigió a nosotros en la puerta de la prisión después de horas de espera durante las cuales los oficiales intentaron impedir que lo viéramos, negó que Merzoug se hubiera declarado en huelga de hambre, pero explicó que las demandas de este último no estaban dentro de sus prerrogativas. †

Después de esta visita, su esposa se enteró de que lo habían trasladado a un hospital en Laghouat. Dijo a Amnistía Internacional que el 16 de abril de 2022 fue a Laghouat, a 350 millas de su casa, y no lo encontró allí. La administración penitenciaria le dio información incorrecta. Tuvo que buscarlo en hospitales y prisiones durante tres días porque nadie le dio información específica. Finalmente lo encontró en la prisión de Bouira, donde lo visitó el 18 de abril de 2022. Su traslado se llevó a cabo sin el conocimiento de su familia y de su abogado.

Testimonio del padre de Soheib Debbaghi

“Lo visité en la prisión de Bouira justo después de su traslado, cuando él y otros detenidos iniciaron una huelga de hambre para protestar por su larga detención preventiva. Soheib me dijo que los guardias lo insultaron y lo acusaron de incitar a otros presos a hacer huelga de hambre. Me dijo que cinco guardias lo persiguieron, lo golpearon y le golpearon la cabeza contra la pared. Luego le ataron las manos a la espalda antes de atarlo a la pared y hacerlo sangrar durante horas. Me dijo que lo habían sacado de su celda compartida y lo aislaron de su grupo y de otros reclusos. Su primo, Ahmed Tarek Debbaghi, que estaba recluido en la misma celda por los mismos cargos, señaló que se había ido hacía mucho tiempo. Él y otros prisioneros comenzaron a hacer ruido. Los guardias los llevaron a una pequeña celda donde se encuentran los condenados a muerte. A las cuatro de la mañana lo trasladaron a él ya los otros cuatro a la prisión de Bouira, donde se encuentra internado. †

Reyes Godino

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