En España, la protesta de los transportistas por carretera paraliza el sector del comercio

Hoy entra en su noveno día protesta de los transportistas españoles que se extendió como la pólvora por España, paralizando el sector alimentario y provocando unas pérdidas estimadas en 600 millones de euros. Desde el lunes 14 de marzo, los transportistas han comenzado a bloquear carreteras en varias provincias españolas, principalmente en protesta por los altos precios de los combustibles, que se han disparado con el estallido de la guerra en Ucrania. Ayer, lunes 21 de marzo, las asociaciones que inicialmente se distanciaron de las protestas también lanzaron un ultimátum al gobierno: o cumple con las demandas de los transportistas o se une a las huelgas.

Transportistas españoles durante más de una semana paralizar algunas ciudades y bloquean la distribución de mercancías. De las alegaciones, la más importante se refiere a la prohibición de contratar servicios de transporte por carretera cuyas estimaciones estén por debajo de los costos de operación. Tras el aumento de los costes del combustible, que se disparó tras la invasión rusa de Ucrania, los transportistas están, de hecho, sufrir grandes pérdidas† Apuntan a un acuerdo como el firmado por el gobierno francés que proporciona subsidios a los transportistas durante los próximos 4 meses a razón de 15 centavos por litro por cada repostaje. La medida debería, en su caso, tener efectos retroactivos y prever sanciones por falta de pago de estas semanas. Otras medidas requeridas incluyen la prohibición de carga y descarga por parte de los camioneros e 400 millones de euros de apoyo del gobierno a repartir entre los iniciados en mayor o menor medida, según el tamaño del vehículo, desde 300 euros para los conductores de furgonetas hasta 1.300 euros para los que conducen camiones para el transporte de cargas pesadas.

En un principio, sólo la Plataforma Española para la Defensa del Transporte de Mercancías por Carretera se había sumado a las huelgas y piquetes, mientras que las principales asociaciones del sector, representadas por la Comisión Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), se habían distanciado de ellas. Esto se debe a que la CNTC ya había negociado algunas medidas con el gobierno tras los paros de Navidad: entre otras cosas, activa desde el 17 de marzo, estaba la prohibición de carga y descarga por parte de los conductores y la obligación de actualizar las tarifas de transporte en función de los cambios de combustible. Precios. Sin embargo, las tarifas no tienen en cuenta el enorme aumento de precios provocado por el estallido de la guerra entre Ucrania y Rusia. Por ello, la CNTC quiso ayer: pedir acciones concretas del gobierno emitiendo un ultimátum: si la ayuda inmediata no llega pronto para hacer frente al aumento de los costos del combustible, los miembros de la CNTC también pueden siendo agregado a las protestas.

Por ello, y tras la infructuosa reunión de la semana pasada con la ministra de Transportes, las asociaciones se han reunido este lunes 21 de marzo con la vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para iniciar una nueva sesión de negociación. El gobierno se ha comprometido a 500 millones Euro apoyo directo a la compra de carburantes a partir del 1 de abril, tras concretar la medida el Consejo de Ministros del 29 de marzo, pero sin aplicación de reducciones del IVA. La propuesta no satisfizo a todos los colectivos del sector que la encontraron no muy específicopor lo que seguirán los paros y también participarán algunos grupos de la CNTC.

Mientras tanto, un comunicado de la asociación de consumidores estima pérdidas relacionadas con la huelga en alrededor de 600 millones de euros† En algunos supermercados Necesidades básicas, como la harina, el aceite y la leche, empiezan a agotarse por el efecto combinado de las huelgas y la crisis ucraniana. También se ha paralizado la distribución de coches, mientras que la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae) ha dicho que las huelgas están provocando la falta de combustible en algunas estaciones de servicio.

La respuesta del Gobierno español, que lucha por mantener la situación bajo control, ha sido alarmante criminalizar a quienes se sumaron a las protestas, llamándolos partidarios violentos de extrema derecha de Putin. En los últimos días se han movilizado 24.000 efectivos policiales para mantener el transporte en funcionamiento, pero esto no ha sido suficiente para remediar la falta de suministros. Hasta ahora, las negociaciones no han tenido éxito y las protestas amenazan con extenderse aún más: veremos en los próximos días si el gobierno manejará la crisis y cómo lo hará.

[di Valeria Casolaro]

Flavio Lizana

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