en las calles para defender una vez más la suerte de los presos vascos

la Francia, España y una constelación de puntos repartidos por las cuatro esquinas del mapa. Cada marcador representa una prisión donde está encarcelado un ex activista de ETA, generalmente a cientos de kilómetros de su casa. Esta foto de la dispersión de los presos vascos, criticada durante décadas por asociaciones que defienden sus derechos, ya es cosa del pasado.

Fueron necesarios dos años para que el panorama cambiara radicalmente. Si hace diez años había medio millar de etarras tras las rejas, ahora…

la Francia, España y una constelación de puntos repartidos por las cuatro esquinas del mapa. Cada marcador representa una prisión donde está encarcelado un ex activista de ETA, generalmente a cientos de kilómetros de su casa. Esta foto de la dispersión de los presos vascos, criticada durante décadas por asociaciones que defienden sus derechos, ya es cosa del pasado.

Fueron necesarios dos años para que el panorama cambiara radicalmente. Mientras que hace diez años había medio millar de etarras tras las rejas, hoy hay unos 180. Al sur de los Pirineos, la gran mayoría de ellos (unos 130) están agrupados en la comunidad autónoma de Euskadi. En el norte, de los quince presos que aún se encuentran en Francia, once cumplen sus penas en Lannemezan, una de las prisiones más cercanas al País Vasco. Inaudito en los últimos sesenta años.


Diciembre de 2022, aquí está el mapa de la situación de los presos vascos recluidos en Francia y España, según la asociación Etxerat.

Etxerat

“Ésta es una tarjeta penitenciaria única. Mi generación nunca había vivido esto”, dice la activista Anaiz Funosas, de 40 años. “El hecho de que esta página de difusión esté pasando es un paso importante para el proceso de paz. Esta situación ha afectado a cientos de familias, tanto económica como psicológicamente. Para los prisioneros involucrados, esto significó un aislamiento social insostenible. Algunos llevan experimentando esto desde hace veinte o treinta años. ¿Cómo podemos crear una paz justa y duradera en estas circunstancias? », señala el presidente de Bake Bidea.

Su asociación participará el sábado 7 de enero en la gran movilización organizada en Bilbao por la homóloga vasco-española Sare (1). Varios miles de personas saldrán a las calles para exigir “una solución global a la situación de los presos políticos y exiliados vascos”.

frases largas

Para ellos, el acercamiento entre los presos no significa el fin de la lucha. La cuestión de las largas condenas impuestas a un centenar de presos, sin perspectivas de liberación o reintegración, sigue preocupando a los movimientos por la paz que trabajan para resolver el conflicto vasco.

El 23 de julio, Bake llamó a Bidea a “bloquear el País Vasco” para exigir la liberación de dos presos retenidos en Francia: Ion Kepa Parot y Jakes Esnal. Según la asociación, la suerte de estos ex miembros de ETA ilustra “el estancamiento del proceso de paz”.

Su liberación representa un gran alivio y el final de una serie relativamente violenta, política y humanamente.

Estos dos hombres, de nacionalidad francesa, fueron detenidos en 1990 y condenados a cadena perpetua por formar parte del comando ‘Argala’, activo en España en los años 80. Las operaciones de bloqueo de carreteras, ferrocarriles y aeropuertos contaron con el apoyo de unos 1.700 agentes no violentos. gente. activistas. Llamativas acciones que pretendían marcar un cambio de tono ante las reiteradas negativas del Ministerio Público Nacional Antiterrorista (PNAT) a la libertad condicional de estos dos presos. Estos últimos invocan sistemáticamente el riesgo de que se repita, sin tener en cuenta el desarme de ETA (abril de 2017) y su disolución (mayo de 2018).

Sin embargo, Ion Kepa Parot y Jakes Esnal finalmente quedaron en libertad condicional. Fueron liberados de prisión el pasado mes de octubre después de treinta y dos años de detención. Anaiz Funosas habla de un giro casi inesperado de los acontecimientos. «Su liberación representa un gran alivio y el final de una serie relativamente violenta, tanto política como humanamente», afirmó.

Más “humano”

Ahora todas las miradas están puestas en Madrid. Desde el 1 de octubre de 2021, la gestión de las tres prisiones de la Comunidad Autónoma de Euskadi, que recientemente albergaban a la mayoría de presos vascos, vuelve al Gobierno Vasco. Lo mismo se aplica al control de las sanciones impuestas. La intención del ejecutivo autonómico es ejercer una ‘tutela’ más ‘humana’.

Sin embargo, este último no tiene control sobre la política penitenciaria, que sigue siendo prerrogativa del Estado español. A este último, en manos del socialista Pedro Sánchez, le debemos las medidas adoptadas en los últimos años para acercar a los presos. ¿Sería posible que este gobierno profundice en esta cuestión, teniendo en cuenta el cambio de actitud de los magistrados del PNAT del lado francés?

Pedro Sánchez sabe que la cuestión sigue generando profundas divisiones, especialmente dentro de la clase política española. La relajación de las relaciones entre Vitoria y Madrid en este ámbito no es del agrado de los partidos de derechas (PP, Vox, Ciudadanos), que están decididos a no soltar ningún lastre sobre el tema.

(1) La manifestación comienza a las 17.00 horas, desde la calle Autonomía hasta el Ayuntamiento de Bilbao.

Alarico Orozco

"Gurú de las redes sociales sin disculpas. Lector general. Especialista en cultura pop incurable".

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