El partido de Puigdemont abandona el Gobierno de coalición catalán
Los militantes del partido Juntos por Cataluña votaron un 55,73% a favor de su formación para dejar el ejecutivo autonómico. Los resultados del viernes siguen siendo provisionales.
El voto de los militantes de Junts por la salida del Gobierno catalán es una victoria personal de Carles Puigdemont, exiliado en Bélgica y que siempre conserva una gran influencia en la formación, aunque ya no sea presidente.
AFP
Cataluña estaba el viernes en el limbo tras la decisión del partido de Carles Puigdemont de abandonar el gobierno independentista de la región, que intentó separarse de España en 2017.
Tras dos días de votaciones, los activistas de Juntos por Cataluña (Junts) votaron con un 55,73 % a favor de salir de su formación del ejecutivo autonómico presidido por la otra gran formación separatista, ERC (Esquerra Republicana de Cataluña), acusada de no mostrar un compromiso claro a la independencia
Pide «estabilidad»
Según los resultados preliminares de esta consulta publicados el viernes, el 42,39% votó en contra de permanecer en este gobierno. Desde Praga, donde asistió a la cumbre de líderes de la UE y de otros países del continente, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hizo un llamamiento a la «estabilidad» en este «período tan complejo» para Cataluña.
Encabezado entonces por Carles Puigdemont, el gobierno regional catalán había intentado separarse de España en 2017 mediante la celebración de un referéndum de autodeterminación, a pesar de la prohibición judicial, antes de que el parlamento local declarara unilateralmente la independencia de la región.
Posteriormente, Madrid suspendió la autonomía de la región, mientras que los líderes separatistas fueron encarcelados o huyeron al extranjero. Este intento de secesión de la rica región del noreste de España sigue siendo la crisis política más grave que vive el país desde el final de la dictadura franquista.
Más divididos que nunca
Cinco años después, ERC y Junts, que gobiernan juntos Cataluña desde hace seis años, están más divididos que nunca sobre la estrategia a seguir. Con el apoyo del Gobierno central de Pedro Sánchez, ERC aboga por el diálogo con Madrid, mientras que Junts defiende una línea más radical.
El voto de los activistas de Junts para dejar el gobierno catalán parece ser una victoria personal para Carles Puigdemont, quien todavía tiene una gran influencia en la formación desde Bélgica, adonde huyó en 2017 para escapar del enjuiciamiento de la justicia española.
Sin embargo, esta escisión en la coalición independentista no conducirá a la caída del Gobierno regional a corto plazo. «No vamos a abandonar a los ciudadanos en momentos complicados como estos, por eso hay que seguir gobernando», ha dicho este viernes por la noche el presidente autonómico Pere Aragonès (ERC), que ahora tendrá que gobernar en minoría.
La mano extendida de Sánchez
La principal solución para Pere Aragonès podría ser el apoyo de los socialistas de Pedro Sánchez en el parlamento catalán para que el ejecutivo autonómico pueda aprobar textos clave, como el presupuesto.
«Con el número de diputados» que tiene ERC en el parlamento catalán, «va a tener que llegar absolutamente a un acuerdo con los socialistas», dijo Gabriel Colomé, catedrático de Ciencias Políticas de la Universitat Autònoma de Barcelona. Pedro Sánchez también aseguró el viernes a su partido que su partido «buscará siempre el diálogo» y «por el interés común de Cataluña».
Las tensiones entre ERC y Junts llegaron a un punto de inflexión la semana pasada. La formación de Carles Puigdemont ha amenazado con exigir al parlamento local una moción de censura contra Pere Aragonès. Furioso por esta falta de lealtad, este último despidió a su vicepresidente Jordi Puigneró, el máximo representante de Junts en su gestión.
«Gobierno fallido»
«El Gobierno de Pere Aragonès es un Gobierno fallido» que dio «prioridad a sus acuerdos con el Partido Socialista de Pedro Sánchez» y no «al acuerdo de coalición» con Junts, ha denunciado este viernes por la noche su presidenta, Laura Borrás.
Las tensiones crónicas entre estos dos partidos ya habían provocado el final prematuro del anterior Gobierno regional, liderado por Junts, y la convocatoria de elecciones anticipadas en febrero de 2021, al final de las cuales finalmente formaron una nueva coalición. a pesar de sus flagrantes diferencias de opinión.
AFP
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