Grandes extensiones de tierra agrietada, macizos forestales completamente secos por el sol… Si los españoles, especialmente los habitantes de las regiones del sur, están acostumbrados a períodos de enorme sequía, la situación no hace más que empeorar. “Nuestro país vive cada año récords de temperatura cada vez más preocupantes y más tempranos”, advierte “El Independiente” .

Por ejemplo, el 74% del territorio español estaría amenazado de «desertificación», según cifras del Gobierno, que lanzó un plan integral de «lucha nacional contra la desertificación» en 2022. Áreas enteras, bajo la presión combinada de la agricultura intensiva y el calentamiento global, corren el riesgo de convertirse en tierras áridas y sin vida, haciendo imposible el cultivo de vegetación.

Y este fenómeno es prácticamente irreversible. “Hacer fértil un centímetro de suelo es un proceso muy largo, que puede durar hasta setecientos años. Y las lluvias torrenciales pueden destruir muy rápidamente todos estos esfuerzos”, explica Jaime Martínez Valderrama, investigador de la Estación Experimental de Zonas Áridas (Eeza), entrevistado por “El Independiente”.

El “huerto de Europa”

La causa: el calentamiento global, pero también y sobre todo la actividad humana. “El principal actor de la desertización en España somos nosotros, por el abuso que hacemos de estos importantes recursos naturales: el suelo y el agua”, advierten varios investigadores en un artículo publicado en “El País” . A pesar de su clima muy seco, varias provincias del sur de España se han transformado en los últimos años en la ‘huerta de Europa’, abasteciendo al resto del continente de tomates, pimientos y pepinos, mediante riego legal o ilegal.

“A pesar de la escasez de agua, España sigue siendo el país europeo con mayor superficie de cultivos de regadío, con 3,8 millones de hectáreas, principalmente en Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León”, detalla “El País” en otro articulo dedicado al tema.

Un tema político

Pero en un país donde la agricultura representa el 3% del PIB, este tema se inflama fácilmente. «En términos electorales, no es una buena idea enojar a los agricultores», subraya el periódico. El partido de extrema derecha Vox lo entendió bien y prometió en su manifiesto durante las últimas elecciones generales llevar “abundancia de agua a los cuatro rincones de España”.

Por su parte, la formación de izquierda radical Sumar se atrevió a proponer una moratoria del riego intensivo y una reducción gradual del riego superintensivo, según El País. El PSOE de Pedro Sánchez (izquierda) y el Partido Popular (derecha) confiaron en soluciones más consensuadas al enfatizar la reutilización de aguas residuales o la desalinización del agua de mar.

La estrategia de Vox no fue suficiente para convencer a los votantes, ya que el partido de Santiago Abascal perdió 19 escaños en el parlamento en las últimas elecciones del 23 de julio.