España está preocupada por el riesgo de multiplicación

En una señal preocupante, un incendio, según los bomberos bastante típico de la temporada estival, se desató este jueves en la Comunidad Valenciana (este), arrasando unas 4.000 hectáreas hasta el momento. Semejante incendio «tan temprano (en el año) es una prueba más de la crisis climática que vive la humanidad y que afecta especialmente a países como el nuestro», dijo este viernes el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

JOSÉ JORDÁN/AFP

Vegetación “lista para quemar”

En 2022, España fue el país más afectado de Europa por los incendios forestales, con más de 300.000 hectáreas quemadas, casi el 40% de la superficie quemada en la UE, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS). Y si «vuelve a llegar un verano en 2024 con temperaturas que no bajen de los 35 grados durante veinte días y cuatro meses sin precipitaciones, entonces la vegetación está lista para arder», como vaticinaba el pasado verano, Pablo Martín Pinto.

Los dos incendios que azotaron en junio y julio del año pasado la Sierra de la Culebra, en la región de Castilla y León, quemaron más de 65.000 hectáreas solo. Allí murieron cuatro personas entre las llamas, entre ellas Ángel Martín, vecino del pueblo de Tábara, que murió tres meses después a causa de sus quemaduras. Desesperado, intentó arrancar la vegetación de una franja de terreno con su tractor para crear un cortafuegos, pero fue alcanzado por las llamas, imágenes captadas en vídeo que quedan en la memoria en España.

«País Abandonado»

En este mes de marzo, las máquinas cercanas a Tábara están funcionando a toda máquina para talar los árboles que aún no están completamente calcinados y vender la madera. A causa de este incendio, el municipio pierde anualmente 80.000 euros en ingresos por la venta de madera, explica el alcalde Antonio Juárez. Tampoco más setas, ni caza. “Nadie vivo hoy verá con sus ojos” el bosque renacido, lamenta. «Somos un país desierto», dice.

CÉSAR MANSO/AFP

Según la ONU, la vida de más de 1.600 millones de personas en el mundo depende de los bosques, cuya superficie en el planeta se reduce en 10 millones de hectáreas cada año. En España, en cambio, la superficie forestal ha aumentado un 1,5% desde 2009, según estadísticas oficiales. Pero al mismo tiempo, la actividad agrícola y la ganadería están en declive. Entonces hay «una reducción de la superficie desforestada y cultivada» a favor de «la superficie arbolada», que no siempre se mantiene, según el Ministerio de Medio Ambiente.

mantenimiento de los bosques

Por el contrario, “hay que conservar los bosques” para reducir la maleza propicia al estallido de incendios “y aprovecharla para generar ingresos económicos”, subraya José Ángel Arranz Sanz, director de política forestal de Castilla y León. «Debemos aprender lo máximo posible de lo que hemos vivido» en la Sierra de la Culebra, subraya por su parte el profesor Martín Pinto, y crear bosques «más resistentes» gracias a una alternancia de «áreas boscosas, áreas dedicadas a la ganadería y matorral o «un paisaje más mixto», porque «cuando las masas (forestales) son contiguas, la capacidad de detener el fuego es muy limitada», añade.

Martita Jiron

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