Allí “Relación cercana, importante y sólida” La unión de España y Marruecos saldrá reforzada en la próxima Reunión de Alto Nivel (RAN). Así lo calificó el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que anunció la cumbre que se celebrará los días 1 y 2 de febrero y aseguró que durante esta visita se firmarán «un gran número de acuerdos». Este nuevo encuentro representa “un nuevo logro” de la hoja de ruta reflejada en el documento firmado el 7 de abril por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey de Marruecos, Mohammed VI.

La delegación española encabezada por el presidente Sánchez estará compuesta por una decena de ministros y será la primera desde 2015, cuando Mariano Rajoy aún era presidente del gobierno. Esta es una situación inusual ya que en el pasado normalmente se celebraba una vez al año o cada dos años. Sin embargo, los dos previstos para 2020 y 2021 no se llevaron a cabo, el primero por la pandemia y el otro por la crisis derivada del asunto Ghali. Con esta ocasión, los ministros se reunirán con sus homólogos marroquíes en la capital, Rabat, donde esperan profundizar las relaciones políticas, económicas y de cooperación.


Tanto Albares como su homólogo marroquí, Nasser Bourita, aseguraron que la intención era reabrir la aduana de Melilla, así como la apertura de una nueva oficina en Ceuta. Se espera que todo ello pueda conseguirse antes de que la delegación española parta hacia Marruecos. Uno de los objetivos fundamentales de la RAN en febrero será restablecer el buen funcionamiento de las fronteras: “La plena normalización del movimiento de personas y mercancías se restablecerá de manera ordenada, incluidos mecanismos apropiados para el control aduanero y de personas en tierra y mar”.

El recibimiento a Brahim Ghali abrió una profunda grieta diplomática entre España y Marruecos, que acabó con la carta de Pedro Sánchez en la que reconocía el plan marroquí de autonomía para el Sáhara como “la base más sólida, creíble y realista” para una resolución del conflicto. Sánchez viajó entonces al reino alauita, donde conoció a Mohammed VI y selló así la herida abierta. Además, tras la reunión entre el Presidente y el Monarca, se reabrieron gradual y parcialmente las fronteras de Ceuta y Melilla.


Ambas partes se han comprometido a ello. “Relanzar y fortalecer la cooperación en el ámbito de la migración” para controlar la inmigración irregular. A tal efecto, desde la reanudación de las relaciones entre Madrid y Rabat se vienen celebrando reuniones del Grupo Permanente Hispano-Marroquí sobre Migraciones. Al igual que uno de los grupos de trabajo que aborda otro tema de actualidad, la delimitación de las aguas entre las costas del Reino y Canarias. La RAN de febrero supone, por tanto, un importante paso adelante para las relaciones y una señal del fortalecimiento del vínculo entre España y Marruecos.

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