La polémica vino del subcampeón de la región de Castilla y León (centro), Juan García-Gallardo. El 12 de enero de 2023 anunció que los médicos de esta región del centro de España tendrán que ofrecer a las mujeres que quieran abortar «escuchar los latidos del corazón de su hijo» y ver «un vídeo» del feto. Una medida destinada a «fomentar la natalidad y apoyar a las familias», para este miembro de Vox, la tercera fuerza política del país en oponerse abiertamente al aborto.

Esta propuesta se basa en una práctica en Hungría de Viktor Orban, un importante aliado del partido español de extrema derecha, donde desde septiembre, las mujeres embarazadas que desean abortar deben confrontarse primero con los «signos vitales» del feto.

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El tema ha tenido el efecto de eclipsar otras controversias del gobierno de izquierda, como los efectos perversos de una ley diseñada para reforzar el arsenal antiviolación, lo que resultó en la liberación de los agresores.

Para Antonio Barroso, analista de la consultora Teneo, con su impronta en el debate ideológico, Vox intenta «abrir una brecha en el PP lanzando iniciativas que puedan alejar al partido del centro». Una situación que podría ayudar a Pedro Sánchez a «movilizar al electorado de izquierdas surfeando sus miedos a un Gobierno de PP-Vox», añade el experto.