«Las amenazas de Jair Bolsonaro contra la democracia en Brasil son parte de un proyecto político»

POSEE A medida que se acercan las elecciones, Jair Bolsonaro, actual presidente de Brasil y candidato a su reelección, multiplica los ataques para socavar la estabilidad política y las instituciones democráticas del país. Estos ataques, como el propio presidente, encajan en la larga tradición de la extrema derecha en Brasil, pero también en las nuevas dinámicas de la extrema derecha a nivel mundial.

Bolsonaro ha atacado durante décadas las instituciones democráticas y elogiado la dictadura cívico-militar (1964-1985) y sus torturadores. Desde el inicio de la actual campaña, ha redoblado sus esfuerzos para criticar y desacreditar el sistema electoral brasileño, cuya confiabilidad es reconocida internacionalmente. Encontramos aquí el mismo trabajo de socavar la credibilidad del sistema electoral que en eventos recientes en otras partes del mundo, como en los Estados Unidos, durante el ataque al Capitolio por parte de grupos extremistas.

Lee la entrevista: Artículo reservado para nuestros suscriptores ‘Jair Bolsonaro es producto de la larga trayectoria de la extrema derecha brasileña’

En Brasil, los vínculos entre la extrema derecha y los movimientos antidemocráticos no son nuevos. Bolsonaro mantiene un antiguo sistema de creencias y valores políticos que defiende una visión extremadamente autoritaria y jerárquica de la sociedad. Un sistema que utiliza teorías de conspiración para enjuiciar y castigar a opositores políticos (sea o no presidente «maldecir», para usar el término que él mismo usa). Recordemos aquí el papel fundamental de la esclavitud y el racismo en la formación de la identidad nacional de Brasil.

El «homenaje» a Goebbels

Históricamente, el movimiento fascista de la Açao Integralista Brasileira (AIB), la“Acción Integralista Brasileña”) [1932-1937] Y su «camisas verdes» constituyó la primera expresión política de masas de la extrema derecha en Brasil. La AIB fue también la organización fascista más grande y estructurada fuera del continente europeo. El crisol político y cultural de Bolsonaro contiene ideología fascista, por ejemplo, en tratados anticomunistas. Pero la campaña de Bolsonaro y sus donantes más dedicados también se refiere al lema a diario. «Dios, Patria, Familia» tan querido por el integralismo brasileño.

Entre las otras referencias al fascismo y a los regímenes autoritarios de la primera mitad del siglo XXmi siglo hay menciones de Franco-España, el uso de consignas de la Italia fascista e incluso elogios a la Alemania nacionalsocialista, como el«tributo» de Roberto Alvim, entonces Secretario de Estado de Cultura, volvió a Joseph Goebbels.

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Alarico Orozco

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