Los socialistas finalmente afianzaron el poder.

Después de meses de crisis política, incluidas dos elecciones parlamentarias en abril y noviembre de 2019, el Secretario General de PSOE (Partido Socialista Obrero Español) Pedro Sánchez finalmente fue investido oficialmente como presidente del gobierno el martes 7 de enero. En su discurso desde el podio de la Cámara de Diputados dijo preocupado principalmente por la vida cotidiana El País, él también lo era “comprometidos a encontrar soluciones para evitar tales bloqueos políticos en el futuro”. Eso implicaría una reforma de la Unión Europea Constitución.

Sin embargo, sólo obtuvo una mayoría simple muy estrecha: 167 a favor, 165 en contra y 18 abstenciones –de un total de 350 diputados–. Fue, subrayado poco antes de la votación El País, “Una sesión de inauguración digna de un infarto”.

Inicialmente, el jefe de Gobierno no obtuvo la mayoría absoluta de votos durante una ‘primera vuelta’ el domingo 5 de enero, a pesar de su pacto de gobierno con la llamada izquierda radical del partido Podemos. Como estipula la Constitución, una mayoría simple –más a favor que en contra– fue suficiente para que el martes 7 de enero fuera finalmente investido.

Apoyo insuficiente en 2019

Pedro Sánchez llegó al poder en junio de 2018 gracias a una moción de censura que reunió a todos los partidos contra el entonces gobierno, en manos del Partido Popular (PÁGINASderecha conservadora) afectada por un enorme escándalo de corrupción.

Pero al carecer de apoyo suficiente para aprobar el presupuesto de 2019, tiró la toalla, disolvió el parlamento y convocó nuevas elecciones en abril. Sin éxito: los españoles tuvieron que volver a las urnas el 10 de noviembre. Con 120 diputados y a pesar del apoyo de Podemos (35 elegidos), esta vez los socialistas tuvieron que asegurarse el apoyo –o al menos la abstención– de partidos regionalistas o nacionalistas cruciales.

En otro artículo El País cuenta regresiva : “Ocho partidos y 313 compromisos muy precisos pero heterogéneos, que pueden llegar a ser incluso contradictorios”. Lo más complicado fue conseguir la abstención de los trece separatistas catalanes electosERC (Izquierda Republicana de Cataluña). el líder deERCOriol Junqueras se encuentra actualmente tras las rejas y ha sido condenado a 13 años de prisión por el intento de secesión ocurrido en el otoño de 2017.

El enigma de la “deliberación”

Para lograr la toma de posesión de Pedro Sánchez, el PSOE acordó cofirmar ERC un texto «no agresivo» que reconozca la existencia de uno «conflicto politico» entre Madrid y la Generalitat de Cataluña y “la necesidad del diálogo” entre las dos partes, recuerda El País.

El texto incluso menciona la posibilidad de una «consulta»en Cataluña, sobre posibles acuerdos. «No podríamos ser menos explícitos» Así lo opina el diario que recoge las críticas de la oposición a este “pacto” con algunos separatistas catalanes: “No se puede tener como rehenes a los españoles de esta manera para garantizar su investidura” lanzó el presidente de PÁGINASPablo Casado.

Alarico Orozco

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