El Gran Teatro Cervantes de Tánger fue construido en 1913 por Antonio Gallego con el apoyo de Esperanza Orellana y su marido Manuel Peña. En 1928, los propietarios lo ofrecieron al estado español. Luego se cerró en 1970 y se abandonó hasta 2019 cuando el gobierno de Pedro Sánchez decidió donarlo al gobierno marroquí para su restauración. El trabajo había comenzado en 2021 y tuvo una pausa de dos años antes de relanzar el 9 de agosto, informa El Cierre Digital. España transfirió el Gran Teatro Cervantes a Marruecos con la condición de que se conservara el nombre del establecimiento y la promoción de la cultura española.

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“Es algo que llevábamos años esperando, es una gran noticia… Esta restauración significa preservar la cultura española en nombre de la historia de España, porque fue un teatro que se desarrolló bajo los españoles. Es una gran alegría ver estas imágenes ahora, porque da a entender que los gobiernos se preocupan por preservar la historia y restaurarla”, se regocija Consuelo, quien nunca ha dejado de apoyar al gobierno español en la restauración de este teatro de 1.400 butacas, que fue oficialmente trasladado a la ciudad marroquí de Tánger el 1 de marzo.

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El 20 de marzo de 2019, Josep Borrell, entonces ministro de Asuntos Exteriores español, firmó un memorando de entendimiento con las autoridades marroquíes para el traspaso del teatro, que no se hará efectivo hasta febrero de 2023. El documento especifica que actuará como donación irrevocable e impone condiciones en Marruecos, entre ellas «la restauración del edificio en su totalidad, respetando la arquitectura original» y la asunción de «todos los gastos de restauración, renovación, gestión y mantenimiento». La restauración deberá estar finalizada en un plazo máximo de tres años y se constituirá una comisión paritaria para el seguimiento de estos trabajos.