El gobierno español pidió el martes a la Comisión y a los ministros de agricultura europeos, reunidos en Luxemburgo, que ayuden a apoyar a sus agricultores. Y espera una pronta respuesta. En particular, pidió a la Comisión que sea flexible en la aplicación de las nuevas reglas de la política agrícola común (PAC), que en particular introducen nuevos sistemas de rotación de cultivos y nuevas reglas para semillas o leguminosas. “La situación de los agricultores españoles, ya afectados por las consecuencias de la guerra de Ucrania, se ha visto agravada por dos años consecutivos de sequía”, explica el Gobierno.

Las solicitudes españolas fueron estudiadas con urgencia

Madrid ha solicitado específicamente a la Comisión que active el fondo de reserva de crisis de la PAC y que le permita utilizar los fondos europeos de desarrollo rural no utilizados para permitir el apoyo directo a los agricultores y ganaderos. España también quiere cierta flexibilidad en la aplicación de la condicionalidad del apoyo a la renta básica para la sostenibilidad, por ejemplo, con respecto a la rotación de cultivos y los requisitos de esquemas ecológicos, ya que algunas prácticas planificadas ya no se pueden llevar a cabo debido a la sequía.

“Analizaremos urgentemente la demanda”, respondió el martes el comisario europeo Janusz Wojciechowski, pero para eso necesitamos conocer los daños y la magnitud de las pérdidas”, añadió el comisario que la sequía se repite y afectará cada vez a más agricultores en Europa: dado que Madrid ha pedido utilizar la reserva de crisis europea de 450 millones de euros, que los Estados miembros ya han utilizado para hacer frente a las consecuencias de la guerra en Ucrania, la Comisión tendrá que tener en cuenta todos estos parámetros.

El apoyo de Marc Fesneau

En cualquier caso, el ministro francés Marc Fesneau manifestó este martes su apoyo a estas peticiones y mostró comprensión. La semana pasada, la ministra española también había recibido el apoyo de sus homólogos belga y húngaro que apoyarán las peticiones a la Comisión, habían asegurado, «conscientes» de las dificultades actuales de España.