MOSCÚ: El Ministerio del Interior de Rusia está tomando medidas para exigir a los extranjeros que viajen a Rusia que firmen un «acuerdo de lealtad» que les prohíba criticar las políticas del Kremlin, en medio de una ofensiva contra los disidentes desde la ofensiva en Ucrania.

La agencia pública de noticias TASS indicó el miércoles que había tenido acceso a un proyecto de ley a tal efecto, elaborado por el ministerio.

Según este documento, consultado por TASS, un ciudadano extranjero que firme este acuerdo durante su estancia no tendrá derecho a “desacreditar la política exterior e interior de Rusia de ninguna forma”.

También estará prohibido «abusar del derecho a la libertad de información, incluso mediante la difusión de información destinada a denigrar o negar importantes valores morales consagrados en la Constitución».

A los extranjeros que firmen este documento también se les prohibirá difundir información destinada a «distorsionar la verdad histórica sobre los logros del pueblo soviético» en «su contribución a la victoria sobre el fascismo» durante la Segunda Guerra Mundial.

El texto también prevé prohibir a los extranjeros que lleguen a Rusia pedir cambios o la introducción de leyes, o adoptar una “actitud negligente” hacia el medio ambiente y los “valores materiales y culturales” del país, según informa TASS.

«El Acuerdo de Lealtad es una autorización de las autoridades de la Federación Rusa para permitir que un ciudadano extranjero ingrese a Rusia y el acuerdo de un ciudadano extranjero que ingresa a Rusia de respetar las prohibiciones establecidas para proteger los intereses nacionales de Rusia», dice el documento.

El Kremlin, por su parte, no quiso hacer comentarios sobre esta iniciativa. «No tenemos ningún comentario», dijo Dmitry Peskov, portavoz de la presidencia rusa, durante su sesión informativa diaria del miércoles.

La agencia TASS no especifica qué sanciones son posibles por violaciones de este acuerdo. Actualmente el texto no ha sido presentado para su aprobación a la Duma, la Cámara de Representantes.

Desde el ataque en Ucrania a finales de febrero de 2022, las autoridades rusas ya han endurecido significativamente las sanciones penales destinadas a castigar a los ciudadanos rusos que se atrevan a criticar al ejército o al Estado ruso.

Muchos medios de comunicación occidentales, especialmente los anglosajones, han suspendido o reducido significativamente su presencia en Rusia porque temen violar estas leyes.