Valencia, laboratorio de la alianza entre conservadores y ultraderecha en España

La oficina principal de correos de Valence siempre está llena a mediados de julio. “Esperé una hora para enviar un paquete. Nunca visto «, se queja Amelia Sanfeliu, una jubilada de 66 años de tez morena, ataviada con un gran vestido para soportar los 35°C a la sombra y la asfixiante humedad de la ciudad mediterránea española. A su lado, decenas de personas, en chancletas y gafas de sol, esperan su turno con los documentos necesarios para votar en las elecciones parlamentarias del domingo 23 de julio. «Así se pasa de la mañana a la noche»suspira un empleado en el escritorio.

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Nunca antes España había celebrado elecciones parlamentarias a mediados de julio, entre dos olas de calor y cuando muchos vecinos estaban de vacaciones. Pero al disolver las Cámaras al día siguiente de la derrota de su partido en las elecciones municipales del 28 de mayo, el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, desbloqueó la cuenta atrás legal que fija un plazo de cincuenta y cuatro días, nada más y nada menos, para convocar elecciones parlamentarias y senatoriales. Resultado: más de 2,6 millones de españoles se registraron para votar por correo en la votación del domingo, frente a menos de un millón en las elecciones de 2019. En todo el reino, las oficinas de Correos, la oficina de correos de España, tuvieron que ampliar su horario hasta las 22:00 horas y abrir el sábado 15 y el domingo 16 de julio para hacer frente a la ola de votantes.

“Podría estar en la playa el 23, así que preferí hacerme cargo”, explica Víctor, un profesor de inglés de 40 años, votando por correo por primera vez. “Estas elecciones son muy reñidas y cada voto cuenta. No puedo quedarme de brazos cruzados ante el riesgo de que Vox [extrême droite] entra al gobierno: son xenófobos, homófobos y machistas”, él añade. Votó por el movimiento de izquierda alternativa Sumar, que aglutina a una quincena de partidos a la izquierda del Partido Socialista (PSOE) en las elecciones parlamentarias, y por el PSOE en el Senado. » De todos modos, si quieren gobernar, tendrán que hacerlo juntos. »

Batalla entre dos bloques

El sistema bipartidista, prevaleciente durante mucho tiempo en España antes de explotar en 2014 con la llegada de nuevos partidos, ha dado paso a una batalla entre dos bloques. Por un lado, el modelo político que está en el poder desde 2019: una coalición entre el PSOE y la izquierda radical, apoyada por los separatistas catalanes. Por otro lado, a Vox se sumó un posible gobierno del Partido Popular (PP, derecha), que se generalizó en decenas de municipios y varias regiones de España tras las elecciones municipales. Incluido el municipio de Valencia.

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Imelda Arevalo

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